Es una creación del magnate Bruce Makoswky y está a la venta por 250 millones de dólares. Esta casa, situada en el barrio de Bel Air, en Los Ángeles, California, tiene la peculiaridad de ser la casa más cara de Estados Unidos. Helipuerto, garaje para más de una docena de coches, gimnasio, varias terrazas, sala de cine con proyector y butacas para decenas de espectadores… la lista de lujos y banalidades de la mansión es casi infinita, como infinita debería ser la cuenta de quien pretenda adquirirla.
En España, dos de las figuras que más sorprenden por sus ingresos son Messi y Cristiano, rivales en todo, y también en esta faceta. Éstos son sus números si quisieran comprar la casa.
Para empezar, ninguno podría comprarla solo sin descalabrarse económicamente. Según la revista Forbes, los dos futbolistas tuvieron en 2016 ingresos por valor de 169,4 millones de dólares (88 millones de Cristiano y 81,4 de Messi). Con estos ingresos, las dos grandes estrellas de nuestra liga tendrían que firmar un ‘matrimonio de conveniencia’ para comprar la casa. Y tendrían, además, que trabajar al menos dos temporadas para dedicar a la compra su sueldo íntegro.
Una frivolidad que seguramente no merece la pena, teniendo en cuenta que el portugués y el argentino tampoco andan mal de vivienda y que su marcha nos privaría de las dos mejores botas del fútbol mundial.