Theresa Zabell y sus claves para conseguir el éxito

cuatro.com 04/10/2017 07:35

Los primeros recuerdos de Theresa Zabell son de Málaga; “aunque nací en Londres y mis padres son ingleses, se mudaron cuando yo tenía un año y me considero totalmente española aunque soy bilingüe”. Dos veces medalla olímpica, Zabell nos explica que le encantaba el deporte desde pequeña y que el hecho de estar rodeada de cuatro hermanos varones le hizo hacerse fuerte porque “estaba todo el día compitiendo con ellos”.

Su sueño de ir a unas olimpiadas le llegó en 1976, eran los juegos de Montreal y Theresa los estaba viendo en la televisión sentada en un sofá: “ese día soñé que no quería estar allí sentada sino dentro de la televisión, compitiendo”, relata emocionada. Tres años más tarde, con 14 años, empezó a navegar pero en esos tiempos la Federación española de vela no apoyaba a las mujeres. No fue hasta 1989 que se decide apoyar la vela femenina, al año siguiente Theresa Zabell se proclama campeona del mundo, se va a vivir a Barcelona y empieza su camino a las Olimpiadas del 92. “No todo fue fácil pero cuando tienes un sueño y estás motivado nada es demasiado. Muchas veces pienso que yo no he trabajado en mi vida, que simplemente me he divertido”, nos explica sonriendo.

Theresa Zabell nos cuenta los cinco puntos clave para conseguir el éxito. Son cinco, como los aros olímpicos: el sueño, el sacrificio, el equipo, la estrategia y la suerte. Este último, dice, es un ingrediente necesario que suele estar al lado de los que han trabajado porque “si la suerte te pilla durmiendo, te sirve de poco “.

Así, nos cuenta su experiencia, cuando en los juegos olímpicos de Seúl en 1988 su compañera Sara y ella ganaron el proceso de selección. Sin embargo, cuando hacen pública la lista leyeron otros nombres, que no eran los suyos. “Creía que era una pesadilla, nunca nos dieron una explicación, yo tenía 23 años y lo encajé muy mal”, confiesa. Estaba tan destrozada que decidió abandonar a vela pero luego recapacitó: Barcelona estaba a la vuelta de la esquina y participar en unas olimpiadas en tu país es algo especial. Ahora Zabell está convencida de que toda su fuerza proviene de esa primera derrota que sufrió.

Zabell nos cuenta su experiencia de ocho años como vicepresidenta primera del Comité Olímpico . Ella estaba al lado de los deportistas, cuidando de sus salidas una vez que terminan su carrera deportiva porque muchos de ellos “no tienen una cuenta corriente para vivir de ella” y necesitan ayuda para reintegrarse en el mundo laboral. En muchos deportes, explica, se gana poco, has hecho lo que te ha gustado pero luego necesitas otra profesión.

Zabell también es la presidenta fundadora de ECOMAR: una fundación de ecología marina. Nació en 1998, cuando dejó la vela y tiene dos objetivos:

1. que los niños españoles se acerquen más al mar , porque en España navegan muy pocas personas en comparación con otros países; el ratio es de un barco por cada 432 personas cuando en los países nórdicos por ejemplo es de 1 a 8 o en Francia de 1/40

2. educar a los niños en el cuidado del planeta a través del medio marino porque “cuando quieres cambiar hábitos tienes que empezar por las personas receptivas y éstas son los niños.”

Pero Theresa también tiene experiencia como eurodiputada. Cuando Europa decidió incluir el deporte en las instituciones comunitarias el PP la llamó. “Pensaba decir que no”, confiesa, pero su marido la convenció de que era el mejor master que podía hacer y decidió aceptar. Vivió unos años a caballo entre Madrid y Bruselas: su hija tenía entonces dos años y a mitad de la legislatura nació su hijo. En esa época se consiguió que el deporte se incluyera en el Tratado de la Unión Europea.

¿Y ahora? ¿En qué está inmersa Theresa Zabell? Pues en la organización de un concierto solidario en homenaje a los deportistas españoles ahora que se cumplen 25 años de Barcelona 92. Un hito que marcó un antes y un después porque allí se vio que con planificación y financiación se podían hacer muchas cosas: en Seúl España ganó 4 medallas y en Barcelona , 22.Tras Barcelona se marcó una senda que no se ha perdido. No daría tiempo a nombrar todos los éxitos que tiene ahora el deporte español.