Pensando al futuro

cuatro.com 12/12/2018 06:00

Se está acabando este movido año 2018 y quiero dejaros una reflexión personal sobre el panorama actual y los desafíos globales:

Creo que estamos viviendo un momento de transición para la construcción de un futuro que todavía, por su complejidad está todo por ver

La globalización es el resultado de la digitalización inicialmente financiera y luego económica. La globalización, como es obvio, pone a prueba la competitividad empresarial y la de los países, globaliza oportunidades y globaliza crisis.

La última profunda crisis económico-financiera global ha impactado principalmente a los países desarrollados que, además, han tenido que enfrentarse a una fuerte competitividad (costes salariales por ejemplo) de China y de los países emergentes.

El resultado ha sido un empobrecimiento de las clases medias de los países desarrollados que ha generado, según los casos, movimientos nacionalistas o populistas que ven la globalización como la causa de los problemas, olvidando las ventajas generales que también ha producido y puede seguir produciendo para todos.

Con la crisis los antiguos equilibrios mundiales han ido rompiéndose a la búsqueda de unos nuevos.

-Por ejemplo, hoy asistimos a:

*Una importancia y una expansión internacional siempre mayor de China

*A un nuevo papel más autoreferente y proteccionista de Estados Unidos

*A una vuelta al protagonismo internacional de Rusia en Oriente Medio, en la relación con China y en Occidente con un utilizo estratégico de los medios digitales interviniendo las políticas nacionales

*A la lucha para el liderazgo del mundo árabes entre Arabia Saudí, Iran y Turquía

*A un Europa que afronta en breve el desafío de su futuro con el Brexit y las elecciones al parlamento europeo el próximo mes de mayo.

En el día a día todos los Estados, cada uno de su distinta posición, tienen que lidiar por lo menos con cinco retos comunes:

1) Unas deudas altas y un economía mundial con tendencia a una, aunque ligera, contracción

2) La disrupción tecnológica, la robótica y la inteligencia artificial

3) Los nuevos equilibrios energéticos y el ambiente

4) La expansión demográfica de algunos continentes, África y parte de Asia, o la recesión de otros entre los cuales Europa y el Occidente en general con las relativas presiones inmigratorias.

5) Una mayor longevidad del género humano y su sostenibilidad en términos de impacto socioeconómico.

En mi opinión, considerados estos enormes retos estamos solo en un momento de transición. Asistimos a un intento de rediseño global de la geografía social y política del mundo.

Los movimientos actuales parecen responder más a unas reacciones para resolver exigencias de corto plazo y no a acciones que se pueden enmarcar en una visión estrategia de medio/largo plazo.

Esto me hace pensar que el panorama futuro no está asentado. Todavía los equilibrios geopolíticos pueden cambiar y en un tiempo no muy largo, creo inevitable que se impondrán los nuevos modelos de negocios, nuevos modelos de gobernanza y nuevos modelos de relación social.

Los próximos serán años positivos o negativos en función de la capacidad de interpretar y liderar la complejidad que los nuevos retos imponen y la habilidad que tengamos para transformar las dificultades en oportunidades.

Como siempre será una cuestión de actitud preparación, visión, liderazgo, compromiso con el interés general, colaboración y cooperación. Unas cualidades que tendremos que desarrollar todos y cada uno de nosotros y que obviamente tendrán que tener los líderes de esta trascendente transformación.