El partido clasificatorio de vuelta para la Eurocopa sub-21 de 2015 que enfrentó a Francia y Suecia nos recordó una de las lecciones más antiguas del mundo futbolístico: No vendas la piel del oso antes de cazarlo. No debía saberla el triste protagonista de la historia, Layvin Kurzawa, pero seguramente no la olvide en adelante.
Francia llevaba un 2-0 de casa, salió relajada. Suecia le dio un "revolcón" a 'les bleus' con tres goles que les daban el pase para el torneo continental. En el 87', el lateral izquierdo Kurzawa anotaba el 3-1 que clasificaba a su selección y lo celebró de manera arrogante, llevándose la mano a la frente con la palma abierta como queriendo decir "no os vemos desde aquí, clasificados para la Eurocopa". Cuatro días antes, en la victoria de su selección en casa, ya hizo este gesto e incluso publicó en Twitter una foto haciéndolo: "Victoria por 2-0 ante Suecia anoche, el partido de vuelta el martes en Suecia". Y lo peor estaba por llegar.
Un minuto más tarde, el jugador del Manchester City John Guidetti, que había soportado la burla de Kurzawa en su cara, anotaba el 4-1 definitivo que daba el pase a Suecia. Estalló la euforia sueca y el equipo celebró el gol y la clasificación con el mismo gesto con el que Kurzawa llevaba mofándose durante días.
El propio Guidetti metió el dedo en la llaga publicando una foto con dos de sus compañeros de selección repitiendo el dichoso gesto. Una acción que atormentará a Kurzawa durante mucho tiempo y le recordará la dura lección que aprendió en Suecia, donde además de no clasificarse, quedó ridiculizado.