La maldición de Mick Jagger ha vuelto a ser fulminante. El mal fario de los equipos a los que apoya es de sobra conocido y el martes a Brasil le tocó sufrirlo de primera mano. El cantante de los Rolling Stones estuvo en la grada del estadio de Mineirao de Belo Horizonte acompañado por su hijo, cuya madre es la modelo brasileña Luciana Giminez.
Tras la bochornosa derrota frente a Alemania, los brasileños aprovecharon que Jagger hizo acto de presencia en el recinto para culparle a él y a su maldición de la eliminación de Brasil. Las redes sociales se inundaron de mensajes contra el británico, que se lo tomó de buena forma y salió al paso con humor.
"Yo puedo asumir la responsabilidad del primer gol alemán, ¡pero no de los otros seis!", dijo en tono de broma Mick al diario británico The Sun. Quien no se mostró tan irónico fue su hijo Lucas. Dolido por las críticas sin sentido hacia su padre estalló en Instagram.
"Él está sufriendo acoso cibernético... y me gustaría decirles a los chicos que hacen este tipo de intimidación que lo piensen antes de hacerlo. A pesar de que parece ser una cosa pequeña, Mick es una persona como todos nosotros y no se merece ser tratado de esta manera por los brasileños", escribió Giminez.
Para tratar de evitar el mal fario del “pies fríos”, como le apodan a Jagger para llamarle gafe, intentaron pasar la maldición al otro lado haciendo un recorte de cartón del cantante con un bocadillo en el que se leía “¡Vamos Alemania!”. Los holandeses también intentaron gafar a Argentina vistiendo a Mick con una camiseta albiceleste utilizando el Photosop, y así les fue…