Al término del partido que enfrentó a Celta y Almería en la última jornada de Liga el delantero celeste Joaquín Larrivey fue acusado por el árbitro del encuentro, Jesús Gil Manzano, de llamarle "ladrón" en el túnel de vestuarios. El atacante argentino no tardó en salir al paso para declararse inocente. Días más tarde Augusto Fernández, capitán céltico, reconocía haber sido él y no Larrivey el que había insultado al árbitro.
Hoy se ha conocido que, pese a todo, Gil Manzano se ha ratificado en su acusación y el delantero ha sido sancionado con cuatro partidos de suspensión, que cumplirá a medias entre Liga y Copa. Ante tal injusticia, el jugador del Celta no se ha mordido la lengua y ha subido una foto del colegiado a Instagram, dedicándole unos párrafos en los que le acusa de "no tener agallas para pedir perdón" a la vez que califica su sanción de "injusticia". Desacredita a Gil Manzano al asegurar que "no merece mi respeto como colegiado" y muestra su admiración por Augusto, que intentó exculparle, demostrando "los huevos que tiene" en palabras de 'Larry'.