La afición del Liverpool es una de las hinchadas más respetadas del planeta fútbol por gestos como este. Karius volvía a pisar el estadio de Anfield tras sus errores en la pasada final de la Champions League y en los entrenamientos de esta pre-temproada.
Lejos de llevarse una pitada de su afición, el portero alemán se llevó una tremenda ovación cuando saltó al terreno de juego para sustituir a Alisson Becker en el amistoso que enfrentó al Liverpool y al Torino. Tras el pitido final, el guardameta se quedó a firmar autógrafos a los aficionados como no podía ser de otra forma.