Si Messi, uno de los jugadores más rápidos del mundo, viera pasar a Márquez por la recta de cualquier circuito del Mundial de MotoGP se le pondrían los pelos de punta. Sin embargo, en la noche de Champions fue el niño de los dos campeonatos mundiales, el que se tiró contra un muro a 300 km por hora, el que ‘flipó’ con el partido del argentino.
Especialmente en la jugada del 2-0, en la que Messi se va de Boateng como de un niño de 10 años, y define delante de Neuer con una vaselina perfecta. Y Márquez, que es capaz de tirar la moto contra una curva a 300km/h apretando los puños y salir intacto no pudo evitar lanzar un grito espontáneo de admiración.
"¡Este tío es la hostia!", lanzó el piloto en su Twitter, y enseguida recibió el aplauso de sus seguidores. Incluso los hay que le recordaban que él tampoco se queda corto. "increíble tú", le respondían en la red. Sólo nos quedaría ver a Márquez con un balón en los pies y a Messi sobre una Honda.