Sucede con muchos otros deportes. Existen países y regiones en el mundo que son más prolíficas a la hora de generar talentos para ciertas disciplinas competitivas. Europa y Sudamérica han sido cuna de numerosas estrellas futbolísticas. El baloncesto es dominio estadounidense desde hace décadas. Algo parecido podemos decir del rugby y las cinco naciones que más éxitos han recogido de este deporte.
En ocasiones el factor físico y genético puede ser determinante, como los grandes corredores africanos. Sin embargo en la mayoría de casos podemos hablar de una combinación de factores sociales y culturales que pueden convertir un deporte exitoso en una carrera profesional para muchas personas de determinados países.
En la última edición de los mundiales de League of Legends hemos vuelto a ver la misma película a la que nos hemos acostumbrado en los deportes electrónicos. Si ya Starcraft 2 ha sido un coto reservado para ellos durante años, también parecen haber conquistado sin mayor esfuerzo el nuevo juego competitivo estrella: League of Legends.¿ Por qué ocurre esto? ¿Qué hacen o tienen los coreanos que nos cuesta tanto replicar a europeos y americanos? Intentaré resumir este tema tan complejo en tres puntos.
Una cultura tecnológicamente desarrollada
En primer lugar hablaremos de la cultura en sí. Corea del Sur es uno de los países más desarrollados tecnológicamente en el mundo. Tras la guerra con sus vecinos del norte la nación se reconstruyó sin grandes presupuestos pero con la vista puesta en el futuro. Tal es así que la gran popularización de los cibercafés motivó a la industria del entretenimiento, que vio una oportunidad en la divulgación de las competiciones de videojuegos convirtiendo a los deportes electrónicos son uno de los espectáculos más seguidos. Con un país entero conociendo este deporte ha sido más sencillo obtener liquidez a la hora de embarcarse en proyectos relacionados con este sector. Fueron los primeros y quizá precisamente por eso son ahora los más fuertes.
Una férrea disciplina
En segundo lugar hablaré de la que para mí es la cualidad más importante en un jugador: la disciplina. Los coreanos entrenan más tiempo y mejor porque tienen un sentido del ego mucho menos fuerte que en otras regiones. Veremos jugadores de por aquí emitiendo sus partidas durante horas sin tener en cuenta que esto dará pistas a sus rivales. Un coreano raramente emitirá una partida seria y desde luego lo hará con mucha menos frecuencia que uno europeo o americano. El trabajo en equipo se hará con más respeto y menos discusiones. Siempre veremos a los equipos asiáticos hacer una reverencia tras cada victoria. Este sentido de la disciplina es una de las claves más evidentes de su éxito.
Una gran atención mediática
Y por último pero no menos importante: los medios. El hecho de que la industria del deporte electrónico haya estado en el primer plano durante años en Corea del Sur provoca que en la actualidad se disfruten de más posibilidades para escoger el deporte electrónico como una carrera profesional, ya sea como jugador o como creador de contenidos o gestor deportivo. Academias, casas dedicadas exclusivamente a equipos, cobertura por parte de la prensa tradicional, eventos que llenan estadios… Todo allí es a lo grande y contribuye a estimular el deseo de convertirse en una estrella de los videojuegos.