A Simeone no le gusta el blanco. O le gusta muy poco. En esto del fútbol, desde luego, nada. Quizá le haga cierta gracia el blanco nuclear de la camiseta del Sevilla por aquello de haberlo vestido en el pasado, pero sería demasiado romántico pensarlo para ser verdad. Al Cholo no le pega. El entrenador del Atlético de Madrid sabe que su club vive en esa dualidad constante, blanco o negro, y si hay que elegir, lo apuesta todo al negro. El blanco, para los otros.
Desde que arrancó en los banquillos Simeone se ha acostumbrado a teñir de negro sus grandes noches y, desde luego, no le va nada mal. ¿Que hay que ir al Bernabéu a acabar con una racha de catorce años sin ganar a su eterno rival? Se va y se gana… vestido de negro. Lo hizo en la final de Copa y lo repitió este sábado en Liga.
Vistiendo de negro las cosas se ven mejor, o al menos eso le parece a Simeone porque los momentos más importantes en su carrera futbolística llevan ese distintivo e impoluto traje negro.
Su despedida como jugador del Atlético de Madrid:
La Europa League de Bucarest:
Sus primeros títulos en Argentina:
La Supercopa de Mónaco:
Todos tienen un denominador común que lo convierten en marca de la casa.
¿Hacen falta más ejemplos? A Simeone no le gusta el blanco y seguramente esta manía, cábala en Argentina, le ha llevado a introducir alguna que otra modificación en el traje oficial del Atlético de Madrid. Roberto Verino lo diseñó para esta temporada en negro con camisa blanca sin caer que esto está prohibido en el ideario cholista. Por ello, y Simeone tiene voz y mando para hacerlo, su traje oficial ha sido modificado para que el Atlético de Madrid y Simeone sigan haciendo historia.
Eso sí, para algunos, su total look en negro sirve de inspiración para algunas bromas…