Mi relación con la tecnología tiene doble cara; tengo móvil pero nunca lo llevo conmigo. Estoy muy atento a la tecnología porque es “liberadora” y nos proporciona grandes cosas, aunque también tiene su lado oscuro. Tengo Twitter y los tuits que más triunfan son los relacionados con la nostalgia, los que reconcilian a muchas personas con su época de paraíso perdido.
La edad de oro del software español fue muy importante. Nos encontramos con una gran cantidad de jóvenes que creaban sus propios videojuegos, por lo que la informática se convirtió en una ventana que se abría al mundo. Estamos pasando de revolución en revolución y, la actual, está dentro de una experiencia inversiva. Yo tuve la ocasión de inmiscuirme en una de las gafas de realidad virtual y, me quedé tan impresionado, que supe que había un mundo nuevo. Todo era posible en una aventura en la que yo era el protagonista.
La sensación en la que uno está en medio de un entorno, es real. Además, las relaciones humanas, van a seguir variando y uno va a poder “escapar” a otros mundos. Hay recreaciones ya de las pirámides por dentro o de lugares que no se pueden visitar, y yo pensaba “está claro, la realidad virtual va a traer miedos, pánicos, adicciones…”. También traerá cambios positivos; como en la educación. El abanico que se abre sobre el misterio, es de magia absoluta.
Lo más sorprendente es que esto va tan rápido, que milagros auténticos de la percepción y el cerebro, van a ocurrir en nada. Con esto se cumple la máxima de “cualquier tecnología superior será indistinguible de la magia”.
Hay personas en este mundo, que están en otras dimensiones nuevas, que ya están aquí. ¿Ha vivido alguna vez la radio virtual? Yo se lo recomiendo, es un salto infinito.
IKER J.