Después de la resaca de las primeras semanas, esta semana queremos hablaros de lo que ha supuesto para nosotras participar en La Incubadora de negocios. Cuando empezamos con el proyecto, empezamos con escasos conocimientos empresariales, poco presupuesto y mucha ilusión. Los primeros meses fueros duros. No ya por los problemas que ya todos conocéis, que también, sino por todos los cambios que tuvimos que hacer hasta encontrar el camino. Nuestro propio camino.
Recordamos, ahora ya con una sonrisa dibujada en nuestra cara, las primeras entrevistas con Fernando de la Rosa, el bufete Blanco & Díaz o Nuria March Comunicación. Hasta ese momento, creíamos que nuestras ideas, se adaptaban a la perfección al concepto de empresa que teníamos en mente. Y fue entonces cuando empezamos a hacernos las preguntas que debimos habernos hecho antes de empezar. ¿Quiénes somos?, ¿Qué queremos vender?, ¿Cómo lo queremos hacer?, ¿Qué imagen queremos proyectar?.
Este tipo de cuestiones, que parecen de sentido común, fueron las que nos plantearon nuestros “mentores” de manera directa e indirecta en aquellas entrevistas. Una vez planteadas esas preguntas, nos encaminaron hacia el cambio.
Los resultados, despejaron inmediatamente todas nuestras dudas. El volumen de trabajo crece exponencialmente, y establecer unas bases sólidas, nos permite encararlo con las máximas garantías. Pero sabemos que esto solo es el principio. Como empresa joven, tenemos un punto de inconformismo. Nos hemos propuesto reencontrarnos con las personas, con nuestros clientes y también con nuestros trabajadores. Creemos firmemente que mimando a nuestra gente, nuestra gente mimara a nuestros clientes, y de esta manera, Lashes&Go podrá decir con orgullo que estamos cambiando algo.
Sentimos, que no hemos hecho más que empezar, que nuestra empresa esta creciendo, y que tenemos claro que queremos crecer con vosotr@s.
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