De esos 2.000 candidatos, poco más de 40 han conseguido formar parte de esta experiencia. En esta ocasión el porcentaje de participantes se ha equilibrado, con un 55% de aspirantes masculinos y un 45% de candidatas femeninas. Lo que no ha cambiado es su manera de enfrentarse al desnudo en un primer momento y en todas sus acepciones: ellas son más pudorosas a la hora de mostrar su cuerpo y ellos “se cortan” cuando toca mostrar sus sentimientos.
En esta segunda temporada, el programa ha ido más allá en la combinación de Adanes y Evas de cada programa, haciendo coincidir en la isla a personas que a priori no parecen tener demasiado en común, pero cuya convivencia ofrecerá resultados sorprendentes.
Además de la cuidada selección de los participantes, el diseño de producción del programa es otra de las áreas estratégicas del dating. Una producción a miles de kilómetros de nuestro país, en un entorno de naturaleza virgen en el que no existe nada y con decenas de participantes que no pueden coincidir en ningún momento hasta su encuentro en la playa del programa ha dificultado extraordinariamente la puesta en escena y los requerimientos técnicos. Por todo ello, 'Adán y Eva' es un programa que requiere de una producción rigurosa, exigente y nada sencilla.
La planificación ha sido esencial. Sólo las reacciones de los participantes, sus sentimientos, sus conversaciones y todo lo que se refiere a su comportamiento ha quedado al azar en el programa. El resto ha estado completamente medido para que durante los traslados y la grabación no quedase ningún cabo suelto.
Debido a la complejidad para acceder a la isla, ha sido necesario un amplio despliegue logístico que entrañaba enormes dificultades. La cabaña y todas las zonas de confort de los participantes fueron construidas por un equipo que al terminar la temporada ha dejado la isla en las mismas condiciones naturales en las que la encontró. Ha sido necesario crear una enorme pasarela para conectar dos de las playas aledañas a la principal con el fin de que Adanes y Evas pudieran recorrer diferentes partes de la isla mientras daban rienda suelta a sus deseos. Todo el equipamiento técnico y todos los productos que se usaron en la vida diaria fueron suministrados por el equipo desde una isla relativamente cercana a la que no se accede con facilidad.
El equipo se ha trasladado diariamente a la isla por mar en un viaje de casi una hora de ida y una hora de vuelta, travesía que también han tenido que hacer con los participantes al inicio de cada aventura y en el traslado al set de la decisión final, ubicado en una localización especial en la misma isla en la que se alojaba el equipo, aunque a una distancia considerable del “campo base”. Además, las condiciones de espacio, luz o humedad han requerido planificar con exactitud los lugares de grabación y las zonas de luz según el momento del día.
Importantes recursos humanos y técnicos
La complejidad de una producción de estas características lleva consigo un importante despliegue técnico en el que, además de las habituales cámaras, se han incorporado dos dispositivos especiales para mostrar la belleza del lugar: unas cámaras subacuáticas especiales para mostrar de la forma más hermosa y natural el momento en el que los Adanes y Evas se zambullen en el mar desde su barca, punto de partida de su aventura e instante crucial para ellos; y un octocopter que graba las imágenes aéreas de la isla y muestra su atractivo en toda su plenitud.
El equipo de 'Adán y Eva' lo conforman más de 50 personas, en una grabación que se ha extendido a lo largo de aproximadamente dos meses en Filipinas. Además, destaca el importante papel del equipo local, expertos en el terreno que conocen a la perfección las características reales de la zona, las necesidades en campo o los peligros más habituales. A pesar de ser tan numeroso, el equipo en grabación se ha reducido al mínimo con el fin de que los participantes gozaran de la mayor intimidad y comodidad posibles a lo largo de toda su experiencia.