¿Quién es el animal? ‘A cara de perro’ muestra la crueldad de los maltratadores de perros

cuatro.com 14/06/2017 23:55

Su lucha ha pasado de las redes sociales a la televisión. Javier García Roche, conocido como El Chaterrero (por el negocio que era de su padre y que, desde su muerte, es ahora suyo) dedica su vida a defender a los animales de las verdaderas bestias: los seres humanos.

El maltrato que sale a la luz

En el primer programa, hemos visto casos que nos dejan sin palabras: perros hacinados y ocultos en la parte de atrás de locales comerciales, sin bebida, sin comida y rodeados de sus propias heces. Razas como el dogo argentino, conocido por su elegancia y su fortaleza, demacrados y aterrorizados. Y hasta una perra con la matriz colgando, con la necesidad de ser operada urgentemente, olvidada en una jaula por su dueño, un cazador que se desentiende de su manada.

Parece increíble que algo así pueda pasar. Pero pasa.

El negocio de la venta de cachorros también se ha puesto a foco en el programa. Existen multicriaderos que adquieren cientos de perros en Europa (sobre todo, en Europa del Este) para venderlos en España a precio de ganga. Para un comprador, es mucho más apetecible pagar 250 euros por una mascota de raza que 800, que suele ser su precio real. El Chatarrero insiste en que no sólo hay que denunciar esta trata, si no que hay que acabar con la demanda. Si la gente no comprara (y adoptara), este lucro no existiría.

Por lo general, los perros de criadero acaban muriendo al poco de ser adoptados. ¿Por qué? Porque, cuando se compran, son muy pequeños, y no reciben las vacunas necesarias para desarrollar su sistema inmunológico. Los hemos visto; los hemos visto muertos. Y seguimos sin entenderlo.

No sólo Javi: acabar con el maltrato depende de todos

Cuando un caso como estos llega a oídos de Javier García Roche, él y su equipo acuden al lugar en el que se encuentran los animales. Por ley, un particular no puede hacer nada drástico (llevarse al perro), pero gracias a la colaboración de los Mossos d’Escuadra y del Seprona, Javi ha conseguido que cerrara tanto la chatarrería donde se escondía a los perros maltratados como el lugar en el que se comercializaba con ellos.

Para él (y para las mascotas) son dos victorias, pero nos lanza un mensaje claro: acabar con la crueldad con la que se trata a muchos animales en España no es sólo cosa suya. Es cosa de todos. No debemos seguir a la cabeza del ratio de abandono animal. Y este programa llega para concienciarnos.