Isa tiene que hacer un esfuerzo para evitar ir en contra del jefe de la tribu

cuatro.com 30/05/2012 00:10

Desde que Isa interrumpió el discurso inicial del consejo tribal en la bienvenida, (para ofrecerle una muñeca flamenca) el jefe del consejo la tiene en el punto de mira: “Creo que los demás se están acercando a nosotros, pero no tú, pero les gustas a las mujeres y me piden que tenga paciencia. No voy a pedirte que hagas nada, debes ser tú misma”.

El jefe de la tribu es un hueso duro de roer. Durante los primeros días de convivencia dio la orden de que Isa y Chabeli dejaran de dormir juntas para que la hija supiera sobrevivir sola, y para que la madre confraternizara con las mujeres de la tribu.

Isa se ha abierto a las confidencias de las Suri, pasan juntas casi todo el día, hablan de sexo, comparten ritos para dormir bien, comparten pipa y lo que más une a las mujeres, van juntas al baño. Sin embargo, esa fuerte unión que ha surgido entre las mujeres es lo que Arbulá le reprocha a Isa. Para acercase a ellas ha dejado de lado al resto de la tribu y le exige un acercamiento.

Por otra parte, la tribu se muestra preocupada por el lugar que ocupa Jose en sus vidas: “Hay algo vuestro que me confunde, algo que no voy a tolerar en mi gente. Un Suri debe respetar a su líder, si no respetáis al jefe de la familia, ¿cómo puedo esperar que me respetéis a mí?”. El sentido del humor occidental no es el punto fuerte de la tribu, y lo que la familia ve como una burla inocente, los Suri entienden una total falta de respeto.

La tarea de José esta semana será solucionar su problema de autoridad y hacer que su familia haga lo que él ordena: “Debes hacerte respetar por tu familia con autoridad y sabiduría. Sin un padre fuerte, ninguno será Suri”.

Mientras tanto, los pequeños de la familia luchan por encontrar su hueco en la tribu. Antonio practica la lucha Donga como un guerrero más, y la tribu se toma sus esfuerzos como una señal de respeto que agradecen. Pero aún no se conforman, el gran combate se avecina.

Chabeli va superando obstáculos, el primero de ellos, matar y cocinar un pollo le ha hecho ganarse la confianza del consejo. Nadie se esperaba que pudiera hacerlo y el hecho de acatar órdenes sin rechistar, congratula a Arbulá. Su próxima parada será imitar el estilo de vida de una Suri, acercándose a una de ellas.