Los Berhanyer abandonan Perdidos en la tribu y otra familia ocupa su lugar

cuatro.com 08/05/2012 20:01

Capítulo 4 “La nueva familia”

Por primera vez en Perdidos en la tribu, el programa que presenta Raquel Sánchez Silva y emite Cuatro el próximo 9 de mayo a partir de las 22:30 horas, una familia abandona el programa y otra ocupa su lugar en el mismo poblado y con la misma tribu. Además, para el resto de las familias las semanas van pasando y la adaptación se torna cada vez más difícil. Los San Sebastián no pueden soportar el asfixiante calor de Togo y la dureza de los trabajos físicos que la tribu les exige. Además, las diferencias entre Eneritz y su novio Billy son cada vez mayores. Y los Merino comienzan a sufrir las interminables lluvias del Amazonas. Sin embargo no todos los problemas vendrán provocados por el clima, la hostilidad del paisaje o la dureza de las costumbres de las tribus: por muy lejos que estén de casa algunas rencillas familiares siguen latentes, y Marisol y Cristina lo comprobarán en primera persona.

Los Berhanyer han tomado una decisión: regresan a Marbella. No van a acatar el pedido del duro jefe de los Suri que quiere que Marie se corte el pelo como marca su tradición. Tras la emotiva despedida, la familia Berhanyer admite no haberlo dado todo durante su estancia en la tribu pero todos están de acuerdo en que ha sido una experiencia maravillosa que internamente les ha hecho cambiar en algunos aspectos.

La familia Navarro ocupará el hueco que han dejado los Berhanyer en la tribu de los suri, dispuestos a hacer todo lo que sus antecesores no han podido o no han querido soportar. Los Navarro son de Sevilla y necesitan un cambio en toda regla. Isabel y Jose, el matrimonio, está en crisis. Ella es feminista, inquieta y capaz de todo, pero no está satisfecha con su rutina y necesita comenzar a vivir. Él es técnico de un bingo, un hombre educado a la antigua, religioso y muy protector. Algo que para su mujer y sus hijas se traduce en un concepto muy simple: es algo machista. A ellos les acompañan sus hijos, un veinteañero que adora los juegos de ordenador llamado Antonio y su preciosa hermana Chabeli, a quien le cuesta salir a la calle sin estar perfecta y a quien prácticamente todos consideran la más débil de la familia. En definitiva, una familia completamente diferente a los Berhanyer que esperan adaptarse a la tribu gracias a su “arte”, su simpatía y su esfuerzo.

En Togo, la crisis de los San Sebastián se acentúa. Cada día están más incómodos en la tribu, el asfixiante calor les resulta insoportable y los desacuerdos con los Tamberma con motivo del duro trabajo comienzan a abrir una brecha que puede convertirse en irreparable. Además, Mikel se encuentra cada vez más débil y las dudas asaltan a toda la familia a la hora de pensar en su futuro en el programa. Hoy Billy tiene que trabajar de nuevo en el campo y Nanda deberá ir sola a recoger leña como castigo ante la poca colaboración que hasta el momento ha mostrado. Mientras tanto, Okatiz y Eneritz tendrán que formar parte de una pintoresca actividad tamberma: lavar a los hombres del poblado tal y como hacen todas las mujeres de la tribu, una costumbre que a las hermanas no les resultará nada fácil por el carácter machista que conlleva. Además, a todos los problemas de la familia en la tribu se le une uno más: la relación de Eneriz y Billy no está en su mejor momento y la convivencia con los Tamberma no hace sino dificultar las cosas todavía más.

Al otro lado del Atlántico, los Merino comienzan a sufrir las inclemencias del tiempo en un lugar tan hostil como el Amazonas. Comienzan las lluvias interminables pero los shiwiar siguen exigiendo a la familia el mismo esfuerzo que cuando hace calor y el sol brilla sin intermitencia. En esta ocasión, las mujeres de la familia tendrán que ir a recolectar yuca, fruto con el que se elabora la chicha de la tribu, y gracias a esta actividad, dura y difícil, comenzarán a valorar el verdadero trabajo de las mujeres del poblado, que hasta ahora pensaban que consistía tan solo en masticar y escupir la yuca. Pero a pesar del duro esfuerzo de toda la familia, los primeros conflictos entre madre e hija comienzan a aflorar y la tribu es el lugar perfecto o para limar asperezas o para que los lazos se rompan definitivamente. Por su parte, los hombres acompañan a la tribu a uno de sus tradicionales ritos espirituales y tomarán un agua especial que para los shiwiar purifica interiormente. Además, los hermanos comienzan a practicar con las lanzas, una de las herramientas más utilizadas por la tribu a la hora de defenderse y de cazar. Pronto tendrán que utilizar su puntería para sobrevivir y es hora de empezar a aprender cómo se utilizan.