Conoce a los protagonistas de 'Gym Tony'

Es un líder inteligente, embaucador y muy liante. Tony miente con la misma facilidad con la que respira, pero en él este defecto se transforma en virtud. No ha hecho deporte en su vida, excepto montar en moto y jugar al mus. Es desordenado, poco madrugador, consumado juerguista y un ferviente defensor de la ley del mínimo esfuerzo. Aun así, se licenció en Empresariales e hizo dos Master. Lógicamente no aprobó estudiando, sino copiando. Su moral y autoestima están a prueba de bombas. Nunca pierde la sonrisa y recurre al sarcasmo para relacionarse con sus congéneres. Su máxima es “No existen problemas, sino soluciones”. Su carismática personalidad y don de gentes le han convertido en el paradigma del triunfo para todos aquellos que le conocen, incluso para sus sufridos acreedores, y eso tiene mérito cuando la realidad es justo la contraria.

Recepcionista, señora de la limpieza y mantenimiento, repone-toallas, vende-bebidas y todo lo que le manden. Es una tipa gruñona de esas que las mata callando, pero que cuando abre la boca suelta sapos y culebras. Es el alma mater del gimnasio. Todo funciona gracias a ella. Hace algún esfuerzo por parecer educada, pero las borderías le salen por todos los poros de su piel. Eso sí, todo dicho, con la más dulce de las sonrisas. Berta intenta aparentar que está deseando cambiar de trabajo, pero lo cierto es que no podría vivir sin el gimnasio, y aunque es más más dura con Tony que con nadie, en realidad, le quiere como a un hijo.

Grande, cachas, buenazo y un poco ‘sonado’, Tito, el monitor de pesas del gimnasio, es un tipo siempre animoso, dispuesto, generoso, y perro fiel de Tony. Auténtico fan de la Wikipedia, le encanta hablar con refranes, de los que suele hacer su propia versión. Pero Tito no fue siempre así, en su etapa de boxeador era un ligón empedernido, hasta que se cansó y descubrió la literatura romántica. Ahora Tito es una persona extremadamente sensible que busca su media naranja. De momento, se comporta como un caballero andante que defiende a capa y espada a las mujeres. No aguanta el humor sexista de sus compañeros y se lo hace saber a todos, aunque estos pasen de él.

La otra parte de la parte contratante. José María es un informático de éxito que trabaja desde casa y el gimnasio es el único lugar de encuentro con otros seres humanos, incluso con Nieves. Mientras ella se mata a trabajar, él cobra el doble con la mitad de trabajo, aunque no le da importancia a su talento. Al cabo de los años se ha dejado manipular para que ella pueda sentir que está por encima. Nieves y José María intentan aparentar que se quieren, pero en realidad sólo se necesitan.

Afable, optimista, bienintencionado. Tiene problemas de sobrepeso y por eso siempre está a dieta y se pasa la vida en ropa de deporte, aunque el ejercicio sólo lo ve de lejos. Especialista en dietética y adicto a las barritas energéticas, ha probado todas las dietas posibles. Miguelón va al gimnasio con la excusa de adelgazar pero en el fondo no le importa estar gordo. Vive con una madre excesivamente protectora que se desvive por él. Es asexuado y virgen. Para él, las mujeres son la excusa para salir a cenar.

Pilar es clienta habitual del gimnasio. Es lo que antiguamente se conocía como una viudita alegre, sólo que Pilar ni está alegre ni es viuda: está divorciada. Es una nueva rica que, tras su separación, ha tenido que volverse al barrio, dejando su chalet de Puerta de Hierro. Pilar es muy surreal en su forma de ver la vida y de hablar. Como casi no ha estudiado ha creado su propio vocabulario y se inventa “palabros” a su gusto.

La primera parte de la parte contratante de la pareja de “Gym Tony”. Nieves y José María son dos, pero en realidad es como si fuesen uno sólo porque siempre van juntos. Discuten absolutamente por todo, incluso cuando están de acuerdo. Fundamentalmente porque Nieves es egoísta, hipocondríaca, soberbia, maniática de la limpieza y no valora a su pareja. Una joya de mujer.

Vanessa sueña con convertirse en una estrella de la televisión y para lograrlo desea tener una buena formación, lo que para ella significa poseer un culo, pecho y vientres perfectos. Mientras espera su oportunidad, se forma (nunca mejor dicho) en el gimnasio. Vanessa es buena gente y eso le frena para triunfar, porque a la hora de la verdad no está dispuesta a hacer daño a nadie para su propio beneficio.

Velasco es uno de los mejores clientes de Gym Tony. Cuarentón, casado y con un puestecito de funcionario de Correos, ha encontrado en el gimnasio al público perfecto para sus chascarrillos y su sabiduría tabernera. Le gusta presumir de sus amigos dentro de la Administración y de lo bien relacionado que está. A Velasco le gusta tan poco hablar de su vida privada como le encanta hablar de la de los demás. Conoce los secretos de todos los clientes porque no tiene ningún reparo en inspeccionarles el correo. Suele proclamarse portavoz para defender los derechos de los clientes ante los abusos de Tony, pero no vacila un segundo en traicionarles si puede sacar algo a cambio

Es la nueva monitora del gimnasio, especializada en yoga, tai-chi, aikido, sushi, rollitos de primavera y todo lo que suene más o menos oriental. Experta en artes marciales y sin ningún reparo en utilizarlas si la ocasión lo requiere. Aunque aparenta ser una mujer zen, realmente es una tigresa con muy malas pulgas. Shiroko tiene una manera de hablar muy peculiar debido a sus problemas con el idioma. Nadie le pilla el punto en el gimnasio y por eso se permite lanzar todo tipo de borderías que dejan al personal sin palabras. Nadie sabe si es que no se entera muy bien de nada o es que se entera demasiado bien de todo. Por esas cosas de la vida Shiroko tiene un inexplicable punto débil: Maxi. El uruguayo bajito eterno aspirante a policía le hace tilín.

Maximiliano Kempes se gana la vida como repartidor de pizzas y empanadas, pero no le va demasiado bien, ya que según sus propias palabras “cuando miran por la mirilla no me ven y no abren”. Y es que Maxi es más bien mini; de hecho es muy pequeño, algo que le impide cumplir su verdadero sueño: formar parte de los cuerpos de Seguridad del Estado. Puede que sea el único tipo sensato del gimnasio. A su modo, es un alguien normal que alucina con la panda de chalados que se ha encontrado en ese antro. Es un romántico empedernido y está convencido de que Shiroko es su media mandarina.