Sin luz solar directa, nuestro cuerpo no puede absorber la vitamina D necesaria para huesos y músculos. La exposición solar también favorece nuestro sistema inmune y produce serotonina y por tanto bienestar.
Sin embargo, una exposición prolongada y sin la protección adecuada acelere el proceso de envejecimiento natural de la piel y puede producir cáncer. EL bronceado lo que realmente significa es que es el mecanismo natural que tiene el cuerpo de evitar el daño.
“Algunas de las consecuencias son cáncer, daño en células que están regenerando la piel y en las fibras de colágeno que tenemos en la dermis. También se producen daños en las células que producen pigmentos por lo que pueden ocasionarse manchas solares. Hasta el 80% de los signos del envejecimiento de la piel son causados por la exposición solar. Es un daño progresivo”, explica el dermatólogo Eduardo Nagore.