El infierno de Elisa después de una operación de útero: "Cuando me destapé la herida me vi un agujero"

  • Elisa denuncia negligencia: el cirujano apoyó el bisturí eléctrico en su vientre

  • La reacción del médico cuando la víctima le pidió un informe de lo sucedido: "Se puso como un energúmeno"

  • "Te tenía que haber rajado entera", le dijo el doctor que le había operado cuando fue a pedirle explicaciones

Elisa se sometió a una operación de útero y al despertar, descubrió una enorme quemadura en su vientre. El informe médico también así lo confirma: "Tuvo una complicación por quemadura reconocida en el informe de alta (no incluida en el consentimiento informado), requiriendo la misma continuación de tratamiento.

Además, la abogada de la víctima, comentaba en otro medio: "La quemadura se produjo al apoyar el cirujano el bisturí eléctrico, con el que estaba operando, encima del abdomen de la paciente sin darse cuenta". Tras esta importante herida, Elisa tuvo que volver someterse a otra operación. "Se realiza incisión sobre cicatriz anterior con levantamiento de colgajo abdominal", decía el informe de alta de esta segunda intervención.

Tras este suceso, Elisa decide demandar al hospital y solicita a la aseguradora 5.315,89€, en atención a su responsabilidad por la deficiente asistencia sanitaria.

Elisa detalla lo que ocurre en la operación

'En boca de todos' visitaba a Elisa para conocer más detalles de este caso. La víctima de este suceso nos explicaba: "Cuando me destapo la herida me vi un agujero". En ese momento, asegura, que se dirige al doctor que le ha operado y éste le dice: "Es una herida sin importancia y se cura sola".

Días más tarde, mientras Elisa acude a las curas programadas tras la intervención, comenta a las enfermeras que no se encuentra muy bien. Ella se preocupa por eso, acude al doctor y éste le vuelve a decir, que no tiene importancia.

Posteriormente, tras ver que no mejora, Elisa decide consultar a otro doctor, que le señala: "La herida no está bien, está supurando por debajo". Después de esto, Elisa decide volver al médico que la operó y le indica: "He perdido la confianza en usted y quiero un informe que detalle todo lo que me ha hecho". Él se niega a dárselo, le dice "te tenía que haber rajado entera" y llama a la policía.

La afectada relata, que el doctor se pone como un energúmeno y comienza a increparla. Mientras está la policía, aunque ella entra en shock, decide aprovechar que está la policía para ir a la comisaría e interponer una denuncia y subrayaba: "Yo no me podía ir de allí sin hacer nada porque yo me encontraba mal y necesitaba el informe".