Jesús, discapacitado y en silla de ruedas, denuncia la falta de higiene a la que le someten en el centro. Sólo les bañan dos veces a la semana, siempre y cuando no sea festivo: “A mí me bañan los martes y los viernes. Tiene que venir un amigo mío a lavarme la cabeza para que no me salgan piojos”.