El paro en la construcción se ha incrementado en un 70%. El 60% de las inmobiliarias, según la patronal del sector, han cerrado en 2008. Mientras tanto, las inmobiliarias ofrecen todo tipo de facilidades para la adquisición de una vivienda. Incluso, ofrecen la posibilidad de adquirir un piso por un módico precio en el extranjero.
Y es que la crisis del ladrillo hace agudizar el ingenio a todos los afectados. Una de las iniciativas más curiosas es el alquiler a cambio de sexo. Tras comprobar que en Internet se pueden encontrar anuncios como éste, utilizamos un gancho para ver cuáles son las condiciones y qué tipo de persona cede una habitación de su casa a cambio de sexo. Concertamos una cita con el arrendatario. La supuesta inquilina primero se interesa por las condiciones del piso y luego le pide que especifique qué va a tener que dar a cambio. "Creo que lo normal, vamos. Algo más que el misionero digamos. Pues no sé. No es cuestión hablar de posturas. Pero vamos, lo normal. Entre comillas llamémoslo hacer el amor. A lo mejor algo de sexo oral. Poco más".
'Diario de' también profundiza en los problemas que viven 2.000 familias que confiaron sus ahorros a una cooperativa y ahora han perdido su dinero. Esther, Juan Carlos y Raquel son tres de esos afectados. En 2003 confiaron sus ahorros a PSG. Actualmente están sin casa y con cerca de 30.000 euros menos en el bolsillo. Mercedes Milá acude a entrevistar a ambos a los supuestos responsables.
Pisos a la venta por su precio real
Mercedes Milá entrevista al 'Pocero de Fuenlabrada'. Un constructor capaz de vender pisos nuevos, con piscina y zonas ajardinadas a 100.000 euros. Es para muchos jóvenes la solución a todos sus problemas inmobiliarios. Asegura que los márgenes de beneficios que él tiene son más que suficientes.
El informe "destrucción a toda costa" de 'Greenpeace' lleva denunciando desde hace ocho años que estamos convirtiendo el litoral español en una muralla de ladrillos. Mercedes Milá se desplaza hasta Cantabria para hablar con ecologistas, afectados y políticos. Los afectados sobre cuyas casas pesan sentencias de derribo, acusan a los políticos de haberse lucrado a su costa y a los ecologistas de haberles denunciado.