Los jesuitas aceptan la renuncia del Superior General de la Compañía, el padre Adolfo Nicolás

EUROPA PRESS 03/10/2016 17:26

La 36 Congregación General de la Compañía de Jesús, formada por 212 padres jesuitas, ha aceptado este lunes 3 de octubre la renuncia de su Superior General, el padre Adolfo Nicolás, en un acto en el que se ha formalizado la retirada anunciada en diciembre de 2014.

La 36 Congregación General de la Compañía de Jesús, fundada en 1540 por San Ignacio de Loyola, servirá además para tratar de asuntos de importancia para la vida y la misión de la Compañía de Jesús, en la misión que tienen en la Iglesia y el mundo de hoy.

"En el transcurso de la mañana el padre Nicolás ha presentado la dimisión y ha pedido su aceptación a la Congregación, a lo que ésta ha respondido afirmativamente. El padre James Grummer, a partir de ese momento, se ha hecho cargo de la responsabilidad de la Compañía como vicario general", ha informado la Compañía.

Durante esta primera sesión de trabajo el padre James Grummer, que ha sido nombrado como Vicario General de la Compañía para el período que habría de preceder a la elección de un nuevo General, ha presentado el equipo de secretarios que tomarán nota de las intervenciones orales durante la Congregación. A continuación, se han presentado los intérpretes, precisando cada uno las lenguas con las que trabaja y se han descrito las responsabilidades del equipo técnico.

Tras ello, la asamblea se consideraba dispuesta a comenzar oficialmente el trabajo, cuya primera etapa ha consistido en constatar que todos los convocados estaban presentes y que la Congregación se consideraba "completa".

El proceso de elección del nuevo máximo responsable de la Compañía comenzó este domingo 2 de octubre con una misa concelebrada por los 215 electores en la iglesia madre de los jesuitas en Roma, que incluyó una homilía a cargo de Bruno Cadoré, superior de los Dominicos.

Esta previsto que la elección se produzca en torno al día 10 de octubre y el perfil del elegido corresponderá a las conclusiones sobre el análisis de las características ideales que debería tener el futuro superior general para afrontar los desafíos de la actualidad.

Una vez completada esta fase, comenzarán los llamados días de "murmuraciones" en los que cada delegado podrá pedir información al resto de congregados en entrevistas personales.

Para elegir a la persona que representará el máximo órgano de gobierno de la Compañía de Jesús, serán necesarios al menos la mitad más uno de los votos, es decir 107 votos, y una vez decidida su designación, su nombre será comunicado al papa Francisco, que es además el primer pontífice jesuita de la historia.

El cargo de Superior General de los Jesuitas es vitalicio. Sin embargo, el español Adolfo Nicolás, actual Superior, presentó su renuncia por haber llegado a la edad de 80 años y no desear que eso fuese un factor condicionante para la toma de determinadas actitudes en el seno de la Compañía de Jesús.

A este respecto, el hasta el mes pasado portavoz oficial del Papa, el padre jesuita Federico Lombardi explicó que el máximo cargo de la Compañía de Jesús no tiene "límite de tiempo", pues "se han establecido normas para el caso de renuncia".

"La Compañía de Jesús, a propósito de lo que debemos reflexionar en la Congregación General, está desarrollándose, dentro del punto de vista demográfico, del occidente hasta África y Asia", afirmó además Lombardi, que ejerce de Asistente ad Providentiam del General.

Sobre los trabajos que se desarrollarán estos días, el provincial de Filipinas, Padre Antônio Morno, refirió que hay varias comisiones de trabajo: el estado de la Compañía de Jesús; la vida y misión de los Jesuitas; y el gobierno interno, cómo mejorar la estructura de gobierno.

Los 215 jesuitas reunidos en Roma, de los que sólo 212 son electores, representan a los 16.740 jesuitas de todo el mundo, de los que 12.000 son sacerdotes, 1.300 religiosos laicos, 2.700 estudiantes y 753 novicios.

Los jesuitas españoles que asisten a la Congregación son: Pablo José Alonso (delegado de Formación), Francisco Javier Álvarez (director del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología), Cipriano Díaz (delegado para los jesuitas mayores de la Provincia de España), Juan José Etxebarría (vicerrector de Comunidad Universitaria e Identidad y Misión de la Universidad de Deusto), José Ignacio García (director del Centro Social Europeo de los jesuitas), Llorenç Puig (delegado de la Plataforma Apostólica Territorial Cataluña), Francisco José Ruiz (Provincial de España), Joaquín Barrero (asistente regional de la Asistencia de Europa Meridional), y Ignacio Echarte (secretario de la Compañía de Jesús en la Curia de Roma).

El nuevo Superior General de esta Congregación será el 31º sucesor de San Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús y el primer Superior en comunicar las decisiones tomadas en la Asamblea a un Papa que es, a su vez, el primer jesuita de la historia en ocupar ser el Sumo Pontífice.

¿CÓMO SERÁ SU SUCESOR?

Los jesuitas buscan "un hombre de fe, con misión, con capacidad de diálogo, esperanza, sentido del humor, con capacidad también de entender esta globalización y de liderazgo de un grupo numeroso de interculturalidad", según explico el pasado 21 de septiembre el delegado para los jesuitas mayores de la Provincia de España, Cipriano Díaz.

En esta línea, el delegado de la Plataforma Apostólica Territorial (PAT) Cataluña de la Compañía de Jesús, Llorenç Puig, apuntó que "hace falta una persona que sea capaz de combinar dos cosas": la visión universal y la atención a la vida interna de los jesuitas, de la Compañía, de los ministerios, de las obras que lleva a cabo. Además, ha indicado que debe tener capacidad de liderazgo e impulsar una dinámica creativa, ante la disminución de efectivos de jesuitas.

Entre las novedades de esta Congregación, por primera vez en la historia de los jesuitas se ha intensificado el trabajo previo al encuentro para facilitar y agilizar su desarrollo; todos los electores ya cuentan con el informe sobre el 'Estado de la Compañía'; y seis hermanos jesuita, que no han recibido la ordenación sacerdotal, tendrán derecho a voto.

EL LEGADO DEL PADRE ADOLFO NICOLÁS

El legado del padre Adolfo Nicolás, que presentó su renuncia en diciembre de 2014 después de casi 9 años en el cargo), se ha basado en el compromiso de la Compañía de Jesús con los refugiados, la reconciliación y el medio ambiente, según el delegado para los jesuitas mayores de la Provincia de España, Cipriano Díaz.

Asimismo, considera que ha insistido en la necesidad "de un conocimiento riguroso y una formación sólida" de los jesuitas; ha abierto a la Orden a las sensibilidades y religiosidades diversas; y ha "consolidado la apuesta por la colaboración de los laicos".