La policía buscará pistas de un asesinato en la mente de un sospechoso

Noticias Cuatro/Agencias 05/12/2013 00:02

El presunto asesino y esposo de la víctima, Antonio Losilla, preso en la cárcel zaragozana de Zuera, se someterá en los próximos días a una prueba conocida como 'P300 Paradigma ODDBOLL' en un centro sanitario de la capital aragonesa, en cumplimiento de la autorización del magistrado del Juzgado de Violencia de Género número 2 de la capital aragonesa, a solicitud de la Policía.

Villar del Saz ha señalado que el objetivo de esta prueba es averiguar "dónde están los restos" de Pilar Cebrián. El jefe superior ha subrayado que esta técnica se empleará en el caso de "delitos muy graves".

Esta es una prueba neurofisiológica que ya se ha utilizado con éxito en Estados Unidos, Japón y algún país europeo, ha explicado el jefe de Homicidios de la Jefatura, Antonio Longarón.

La P300 permite registrar, con un aparato que ya se utilizaba en la medicina, los denominados potenciales evocados cognitivos sin necesidad de que la persona realice declaración alguna. Se analizan después los cambios eléctricos producidos en el cerebro de la persona evaluada y estos datos permiten avanzar en la investigación.

Actualmente, la P300 tiene una "mayor aceptación" en medios policiales que los tradicionales detectores de mentiras, dado que los potenciales evocados cognitivos "son inmodificables a la voluntad del sujeto", es decir, que aportan información que no puede ser alterada por la persona que se somete a la prueba. El jefe de gabinete del jefe superior, Félix Jodrá, ha recalcado que "no es un detector de mentiras".

Jodrá ha dejado claro que "no es una prueba de verdad o mentira", sino que permite "la búsqueda de datos de interés" y ha insistido en que "no se requieren respuestas verbales", ya que se analiza la "evidencia física de la actividad cerebral".

Esta técnica tiene la ventaja añadida de que "se reduce la subjetividad del perito", evitando cualquier sesgo que pudiera entorpecer la investigación. La P300 es un método de la Policía Judicial.

Pilar Cebrián desapareció de Ricla en 2012 y su esposo, Antonio Losilla, denunció este hecho tres semanas después, siendo arrestado en octubre de ese año, como presunto autor asesinato, violencia de género, falsificación documental, detención ilegal y amenazas. En un primer momento reconoció el crimen pero después se desdijo.

Losilla fue encarcelado al aparecer el cadáver descuartizado de una joven de Ricla en un campo de cultivo de este municipio, cuya identidad se desconocía inicialmente.