La detención se produjo después de que, a las siete de la mañana, los agentes recibieran un aviso en el que se alertaba de que un individuo estaba "abusando sexualmente de una mujer que se encontraba inconsciente y tirada en el suelo".
Al llegar al lugar, los agentes observaron a dos jóvenes que discutían con el detenido y a una mujer tirada en el suelo, "sin conocimiento y con una sudadera sobre su cuerpo". Los jóvenes comunicaron a los agentes que cuando regresaban a casa tras salir de trabajar observaron que el sujeto estaba sobre la víctima, que se encontraba medio desnuda e inconsciente, realizándole tocamientos en las partes íntimas.
Tras lograr apartarle de ella, los alertantes llamaron a la Policía y taparon con una sudadera a la víctima, que fue atendida por una ambulancia con equipo móvil de urgencias. Tras recuperarse, la víctima identificó al detenido como su expareja, al que acusó de haberla propinado varios puñetazos en la cara y arrastrarla por el suelo hasta hacerla perder el conocimiento. Los agentes comprobaron que el detenido tenía una orden de alejamiento de la víctima.