A pesar de esta decisión judicial, los tres periodistas no serán puestos en libertad porque no se les ha concedido la libertad bajo fianza y seguirán en la cárcel, donde ya han cumplido un año detenidos.
Los periodistas de la cadena de televisión qatarí que volverán a ser juzgados son el egipcio-canadiense Mohamed Fahmy, jefe de la delegación de este medio en El Cairo, el productor egipcio Baher Mohamed y el corresponsal australiano Peter Greste. Los tres fueron condenados en junio de 2014 a penas que van de los siete a los diez años de prisión por difundir noticias falsas y colaborar con Hermanos Musulmanes, un movimiento político musulmán ilegalizado por el Gobierno tras el golpe de Estado liderado por el general Abdel Fatá al Sisi, actual presidente de Egipto.
Los acusados han negado las acusaciones que se les imputan y han subrayado que solo estaban haciendo su trabajo, que es informar. Este caso ha provocado críticas internacionales a las autoridades egipcias por entender que están reprimiendo la libertad de prensa y de expresión.
Representaciones de las legaciones diplomáticas de Australia y Canadá han asistido a la vista judicial celebrada este jueves y que ha estado marcada por las fuertes medidas de seguridad. Los abogados de los tres informadores recurrieron su condena argumentando que había habido diversas irregularidades en el juicio, como la violación de la presunción de inocencia, el derecho al debido proceso y el derecho a la defensa.
Los letrados han asegurado que sus clientes fueron agredidos física y psicológicamente y que fueron obligados a confesar delitos que no habían cometido. La decisión del tribunal egipcio llega en un momento en el que este país y Qatar llevan varios meses con tensiones diplomáticas por el apoyo que las autoridades qataríes dieron en su día al anterior presidente egipcio, Mohamed Mursi, y al movimiento Hermanos Musulmanes.
La semana pasada, la cadena Al Yazira anunció que dejará que su filial egipcia Mubasher Misr dejará de emitir, después de que fuera acusada de estar apoyando abiertamente al depuesto presidente Mursi.