El Adly, ministro del Interior en Egipto desde 1997 hasta febrero de 2011, se enfrentó a varios cargos por la muerte de manifestantes durante las protestas contra el régimen de Mubarak y por crear un vacío de seguridad al retirar a la Policía de las calles de Egipto. En 2011 fue condenado a doce años de prisión por apropiación ilegal de fondos públicos y por abuso de poder.
El 15 de abril de 2017, El Adly debería haber acudido a la audiencia final del juicio por "corrupción en el Ministerio de Interior", junto a 12 ex altos cargos de su departamentos. Sin embargo, El Adly no compareció ante el tribunal y ha estado en paradero desconocido desde entonces. Al resto de los acusados se les impusieron sentencias de prisión que oscilan entre tres y siete años.
Desde abril, las fuerzas de seguridad han intentado detener a El Adly con el objetivo de que acate su sentencia. Sin embargo, ante la imposibilidad de localizar al acusado, se solicitó a la Fiscalía central de El Cairo que considerara a El Aldy como un fugitivo.
Según indica el tribunal en el fallo, El Adly y otros dos altos cargos de Interior desviaron un total de 1.950 millones de libras egipcias (unos 92 millones de euros) y han sido multados con la misma cantidad. El Adly, quien niega los cargos, debe presentarse en enero ante el Tribunal de Casación, la principal corte civil de Egipto.