El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ya ha dejado claro que espera que los jefes de Estado y de Gobierno aliados aprueben un plan para mejorar la preparación de las fuerzas aliadas para poder reaccionar ante crisis imprevistas tras la crisis en Ucrania y tomen decisiones "a largo plazo" para reforzar la defensa colectiva en la cumbre del 4 y 5 de septiembre en Gales (Reino Unido).
Dicho plan contempla medidas como reforzar los planes de defensa de los países del este, actualizar las evaluaciones de riesgo y la planificación de respuesta a crisis, más ejercicios y de mayor visibilidad y reforzar la capacidad de la Fuerza de Intervención Rápida de la OTAN para responder a crisis "más rápido, incluido cuando hay poco aviso" como en el caso de Ucrania, según ha explicado una fuente aliada.
Polonia y los países bálticos reclaman además "que haya una presencia permanente de fuerzas, de cuarteles generales de la OTAN en los países del este" a raíz de la crisis en Ucrania, un debate "más complejo" en el que "muchos" aliados, incluida España, piden no tomar "decisiones apresuradas" y "reflexionar hasta qué punto es necesario" aunque no se descarta esta opción, según fuentes diplomáticas, que recuerdan que la OTAN sólo se ha comprometido a no desplegar armas nucleares en los países del Este.
También hay "fórmulas intermedias" a las bases permanentes como garantizar "rotaciones o preposicionamientos" para tener "ciertas facilidades" a fin de facilitar despliegues en caso necesario que tampoco se descartan, según fuentes diplomáticas.
También se espera que Alemania, Dinamarca y Polonia informen por su parte de su "acuerdo de principio" que podría confirmarse en la cumbre para reforzar el cuartel general multinacional del Noreste creado en 1999 en Szczecin, en Polonia, algo que "implicará más personal, más expertos y más equipos para reforzar su preparación" y sería "un medio importante para preparar ejercicios de fuerzas de las naciones implicadas en el territorio de aliados del Este y, si necesario, para el mando y control, si las naciones y la OTAN así lo decide", según una fuente aliada.
"No va de reforzar el despliegue de tropas en el territorio de los aliados del este", ha avisado la fuente aliada, que ha insistido en que se trata de un cuartel, "no es una fuerza de combate" aunque sí "un elemento importante" de las opciones para "reforzar la postura de la OTAN" tras la crisis en Ucrania.
REUNIÓN CON SU HOMÓLOGO UCRANIANO
Los ministros de Defensa también discutirán con su homólogo ucraniano, Mijailo Koval, la situación en Ucrania tras las elecciones presidenciales en la exrepública soviética y su cooperación bilateral, que han acordado reforzar a raíz de la anexión de Crimea, especialmente para apoyar la reformar de las fuerzas armadas ucranianas.
Al día, siguiente, los Veintiocho discutirán con su homólogo georgiano el impacto de la crisis ucraniana en la región y las reformas en Georgia para cumplir su objetivo de entrar en la OTAN.
AFGANISTÁN
Los ministros de Defensa de la OTAN también discutirán el miércoles la planificación de la nueva misión de entrenamiento, asesoramiento y asistencia de las fuerzas afganas que esperan que quede sobre el terreno a partir de 2015 y que sigue condicionada a que el nuevo presidente que salga de las urnas en segunda vuelta firme el acuerdo de seguridad bilateral con Estados Unidos y el acuerdo del estatus de la fuerza con la OTAN.
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció el pasado 27 de mayo que Estados Unidos mantendrá una fuerza de 9.800 militares sobre el terreno. Esta fuerza se reducirá a la mitad hacia finales de 2015 y un año después Estados Unidos saldría del país.
El anuncio de Obama es "significativo" porque se confirma que "no hay opción cero" aunque "el proceso de retirada es más rápido del que se pensaba", según fuentes diplomáticas. La OTA siempre barajó dejar una fuerza de entre 8.000 y 12.000 efectivos sobre el terreno.
"A partir de 2015 vamos reduciendo la presencia regional. A partir de finales de 2015 comienza un proceso de concentración gradual en Kabul y Bagram", han precisado las fuentes, que admiten que "el escenario más posible" es poner fin a la nueva misión de la OTAN "a finales de 2016".
Italia, Alemania y Turquía prevén mantener cada uno unos 2.500 efectivos sobre el terreno, mientras que España dejará en Heart, en el oeste del país, "lo que hay ahora", unos 250-300 militares, han explicado fuentes diplomáticas.