El matrimonio homosexual da el pistoletazo de salida a la campaña en Estados Unidos

cuatro.com 10/05/2012 08:17

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha convertido en el primer mandatario norteamericano en respaldar el matrimonio homosexual. Lo ha hecho en una entrevista en la cadena ABC. A seis meses de las presidenciales su rival republicano, Mitt Romney, le ha acusado de oportunista y se ha reafirmado en su defensa del matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.

Obama ha reconocido una "evolución" en su posición y en una entrevista a ABC News se ha convertido en el primer presidente de Estados Unidos que apoya abiertamente el matrimonio entre personas del mismo sexo. "Las parejas homosexuales deberían poder casarse", ha dicho el presidente.

Obama ha citado como parte de su evolución en el debate a los miembros gays de su gabinete que tienen "relaciones monógamas" y "crían hijos juntos" y a los soldados que "luchan" por él y se sienten "limitados" por no poder casarse.

Las palabras del presidente han sido aplaudidas por los activistas en favor de los derechos de gays y lesbianas y, dentro de la clase política, uno de los primeros en celebrarlas ha sido el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que ha hablado de "punto de inflexión en la historia de los derechos civiles" en Estados Unidos.

Obama ha aclarado, no obstante, que se trata de una visión personal y que cualquier regulación al respecto depende de los estados. Su 'número dos' en la Administración, el vicepresidente Joe Biden, ya se pronunció el domingo a favor de reconocer las bodas entre homosexuales.

Por su parte, el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney, virtual candidato del Partido Republicano a la Presidencia de Estados Unidos, ha reiterado su defensa del matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, poco después de darse a conocer las declaraciones de Obama.

"Creo que el matrimonio es una relación entre un hombre y una mujer", ha dicho Romney durante un acto en Oklahoma recogido por los medios locales. El previsible rival de Obama en las elecciones de noviembre ha admitido que se trata de una cuestión "delicada" pero ha insistido en que sigue teniendo la misma opinión que ya expresó en anteriores ocasiones.