En concreto, hasta 2020 el banco australiano recortará alrededor de 6.000 puestos de trabajo, mientras que prevé contratar a 2.000 personas en este periodo, lo que se traducirá en una reducción neta de su plantilla de 4.000 empleados y que dará como resultado una provisión de entre 500 y 800 millones de dólares australianos (330 y 529 millones de euros) por costes de reestructuración en el primer semestre de 2018.
"Estamos simplificando el banco", declaró el consejero delegado de NAB, Andrew Thorburn. "A medida que lo hacemos y automatizamos procesos y las cosas se mueven hacia canales digitales, necesitaremos menos gente", añadió.
El anuncio de este plan de ajuste coincidió con la presentación de las cuentas anuales de NAB, que obtuvo un beneficio neto atribuido de 5.285 millones de dólares australianos (3.495 millones de euros), multiplicando por 15 sus ganancias del ejercicio anterior ante la ausencia de elementos atípicos que lastran su resultado.