En 'Callejeros' hemos asistido a la 'sala de los terrores'. Son una serie de animales que han sido cogidos y captados en cargas aéreas. "Como vienen en cajas de madera, te da una pista de que no son pantalones que vienen en cajas de cartón", apuntaba Nacho, encargado de este departamento de la Guardia Civil. Hay todo tipo de animales, tanto que impacta la calidad de ellos y también cuántos hay.
Hay una cola de elefante, una cobra, piel de anaconda... todo tipo de variedades. "Mucho de lo que hay últimamente es eso, pasajeros que se van a algún sitio, encuentran una caracola o se la compran a alguien, o un coral en la playa. Graso error", señala. Y es que lo más conveniente en esos casos es que se quede en ese mismo sitio o preguntar a las autoridades.
En caso de que sea una especie protegida, hablaríamos de una infracción de contrabando: "El mínimo de una caracola son 1.000 euros. Hay cosas que son muy curiosas (de lo que se trae la gente)". También ha enseñado a 'Callejeros' un murciélago, una cabeza de cocodrilo y marfil. Sobre esto último, el experto ha apuntado que hay algo más caro que el marfil de elefante: se trata del marfil de hipopótamo o rinoceronte: "No sé si me dijeron 80.000 o 100.000 euros el kilo, mientras que el de elefante 40.000 euros".
A su vez también han visto a un oso real, cuyo tamaño daba miedo. Todo esto se trata de tráfico ilegal de animales exóticos. Dentro de esto entra la importación, exportación, comercio o tenencia de especies protegidas, que implica una infracción o delito de contrabando. "De almacén de contrabando a 'almacén de los horrores'", apuntaba Silvia. "Total", señalaba Nacho.