¡El Atlético está que se sale! Ya nadie parece acordarse de los años infernales que han pasado los rojiblancos y, como consecuencia, los aficionados. Ayer, el Alí Sami Yen de Estambul vibró con el gol del uruguayo que marcó un tanto en el último minuto del partido, demostrando así que la Bota de Oro del pasado año estaba bien ganada. No fue fácil tampoco, porque en el terreno de juego pasó todo lo que podía pasar y más. Resultado: Kun Agüero lesionado, pero por lo menos, ya tenían asegurado el pase a los octavos de la UEFA ¿Merecía la pena ganar así?
Por su parte, la prensa turca ha asegurado que el arbitraje del italiano Gianluca Rocchi en el partido de ayer fue un atraco. Se refieren concretamente a la jugada en el minuto 80 (cuando el marcador aún lucía el 1-1), en la que el defensa madrileño Perea perdió un balón ante Caner Erkin en su propia área y, desde el suelo, intentó bloquearlo con la mano. No hubo penalti. ¿La suerte estuvo con el Atlético? O la envidia hace que no valoremos a los chicos del Manzanares como lo que son: un buen equipo. Porque no olvidemos que ayer ganaron en uno de los escenarios más temidos de Europa, a lo mejor los turcos estaban tan acostumbrados a ganar en casa que ¿no asumieron la derrota? ¡Opina!