Javi y el equipo de ‘A cara de perro’ entran de incógnito en el zoo de Barcelona para comprobar con sus propios ojos el estado del delfinario. “Eran unas piscinas diminutas donde los delfines estaban depresivos, dando vueltas todo el rato”, aseguraba El Chatarrero. La piscina en la que se encuentran los delfines es 7 veces más pequeña que lo que dicta la normativa.