Las declaraciones de Alberto Garzón sobre las macrogranjas han suscitado una enorme polémica. El ministro de Consumo criticó estas instalaciones en el periódico británico The Guardian, lo que le ha convertido en objeto de las críticas de los partidos de la oposición e incluso de miembros del Gobierno.
Garzón afirmó que las macrogranjas “contaminan el sueño, el agua y luego exportan carne de mala calidad de animales maltratados”. Es precisamente la afirmación de “carne de mala calidad” la que le ha convertido en foco de las críticas y que ha llevado a muchos políticos incluso a pedir su dimisión.
Ana Pardo de Vera, miembro de ‘Igualdad animal’ y que ha hecho reportajes en estas instalaciones, ha explicado en ‘Todo es mentira’ por qué Garzón arremetió contra las macrogranjas.
Por todo ello, la periodista asegura que las macrogranjas “están machacando a la España vaciada y a la ganadería extensiva”. Es precisamente por este tipo de explotaciones por las que se apuesta desde Europa, los modelos de granjas pequeñas y familiares.
“El tema de las macrogranjas es un tema en el que estamos todos de acuerdo. Queremos la mejor alimentación para nuestros hijos, que todo el mundo tenga derecho la seguridad alimentaria y que con las actuales normativas europeas y españolas nos la están colando los dueños de las macrogranjas, que no son otra cosa que fondos de inversión”, añade la periodista.
El exministro de Exteriores José Manuel García Margallo no está de acuerdo y ha afirmado que desde Europa se ha asegurado que la carne española es de buena calidad, a lo que Pardo de Vera ha respondido: “La carne de macrogranja no es la que se exporta, no pasa esos controles”. En cambio, la carne procedente del resto de explotaciones sí.