Los efectivos del rescate de Julen vuelven a bajar el tubo para el encamisado del túnel vertical

Una vez más, el terreno volvía a desafiar el ánimo de todos los efectivos que trabajan en Totalán, Málaga para el rescate de Julen: un nuevo saliente a 52 metros de profundidad, -- de los 60 que tiene el túnel vertical perforado en paralelo al pozo por el que cayó Julen--, impedía que el tubo destinado a encamisar la galería siguiese bajando.

Así las cosas, la operación volvía a ralentizarse, obligando a los mineros que bajarán por el túnel a retirarse.

Sin descanso, la solución adoptada pasaba por reducir el grosor del tubo a partir de esa altura, es decir, a partir de los último 8 metros por los que no podía introducirse.

De ese modo, los efectivos han reducido desde los 110 centímetros a los 90 el grosor de esta última parte, logrando así, por fin, volver a bajar el tubo por el túnel vertical.

Ahora, una vez asegurado el encamisado, se rellenará de tierra las paredes para garantizar la seguridad del proceso y será tras ello cuando, por fin, los expertos de la Brigada de Salvamento Minero entren en acción.

En total, ocho especialistas que trabajarán, por turnos de 40 minutos y en equipos de dos o hasta tres miembros, para acometer la excavación, de forma manual, de los cuatro metros que conectarán, en horizontal, ese túnel vertical con el lugar en el que esperan encontrar a Julen.

Entre tanto, hasta el lugar se ha desplazado ya un helicóptero medicalizado de la Guardia Civil.