Sociedad

Familias de víctimas de bullying exigen una ley contra el acoso escolar: “Mi hija no se suicidó por palizas, sino por burlas”

Familiares de víctimas de acoso se concentran frente al Congreso de los Diputados. Redacción digital Noticias Cuatro
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El Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar ha vuelto a poner sobre la mesa una realidad que duele: muchos niños y adolescentes sufren acoso dentro y fuera de las aulas, y las consecuencias pueden ser trágicas. En España, siete de cada diez niños sufren algún tipo de acoso diario, y un 3,1% reconoce haber ciberacosado a alguien. La víctima más reciente ha sido Sandra Peña, de 14 años, alumna del colegio Irlandesas de Loreto de Sevilla.

Familias afectadas exigen una ley integral y protocolos efectivos

Decenas de familiares de víctimas de acoso escolar y suicidio se concentraron frente al Congreso de los Diputados para reclamar acción inmediata. Portando fotos de sus hijos fallecidos, denunciando un “abandono absoluto” de las administraciones y exigiendo cambios en los protocolos escolares, que consideran insuficientes.

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Los que están aquí atrás no son capaces de reunirse y ponerse de acuerdo para salvar la vida de nuestros hijos. Los protocolos son insuficientes

La protesta ha estado encabezada por José Manuel López Viñuela, padre de Kira, una joven catalana que se suicidó en 2021 tras sufrir acoso escolar. “Los que están aquí atrás (diputados) no son capaces de reunirse y ponerse de acuerdo para salvar la vida de nuestros hijos. Los protocolos son insuficientes”, dice. Insiste además en que los insultos y las burlas deben ser tratados con la misma seriedad que las agresiones físicas: “Mi hija no se suicidó porque le diesen palizas, sino porque se burlaban de ella”.

López Viñuela pide que la aplicación de protocolos no dependa del centro educativo, sino de un agente externo, para garantizar imparcialidad. Las familias han entregado ya más de 260.000 firmas en el Congreso para exigir una Ley Integral contra el Acoso Escolar. En los últimos tres años se han hecho públicos cinco nuevos suicidios relacionados con el acoso escolar.

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Mi hija no se suicidó porque le diesen palizas, sino porque se burlaban de ella

El acoso en la era digital y la importancia de hablar

Antes, el acoso terminaba al salir del colegio; a día hoy, las redes sociales y los móviles permiten que continúe incluso en casa. El periodista sevillano Jesús Álvarez, autor de la novela 'La escoba de dios', señala que el acoso escolar es “un fracaso de toda la sociedad”. Advierte sobre el ciberacoso y el uso de inteligencia artificial para humillar a las víctimas, que sufren ataques psicológicos constantes, especialmente niñas, más expuestas a agresiones virtuales y manipulación de imágenes.

En este contexto, la Policía Nacional ha lanzado la campaña “No te lo guardes”, instando a víctimas y testigos a romper el silencio. “No siempre los golpes dejan marcas, pero el silencio sí”, recuerdan en sus vídeos dirigidos a escolares y familias, recordando signos de alerta como desinterés por actividades, insomnio o pérdida de apetito.

Educar en empatía y apoyo entre iguales

Estudios recientes de la Universidad Complutense y la Fundación ColaCao muestran que siete de cada diez jóvenes actúan ante un caso de acoso, aunque un 25 % solo lo hace si la víctima es amiga. La catedrática María José Díaz-Aguado subraya que “el acoso es la antítesis de los derechos humanos”, y que "fomentar la empatía desde pequeños es clave para prevenirlo".

Proyectos como ‘EnlazHadas’, en el instituto IES Madrid Sur, crean redes de apoyo entre iguales, fortaleciendo la autoestima y la confianza de los alumnos. Desde infantil, actividades educativas, concursos de pintura o talleres de inteligencia emocional reducen el acoso hasta en un 67 %, según la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (AEPAE).

Sin embargo, los expertos recuerdan que aún queda mucho por hacer con los acosadores: el 65 % no habla con adultos sobre su conducta, dificultando que puedan cambiar. La solución pasa por combinar educación emocional, arrepentimiento y reparación del daño, para romper el ciclo de la violencia y apoyar a las víctimas.

El mensaje final de este día es contundente: romper el silencio, educar en empatía y actuar sin demora. Cada voz que se alza es un paso hacia una sociedad que proteja a quienes más lo necesitan.