Asesoras de sueño para padres exhaustos: ellas conocen los mejores trucos para que el bebé duerma de un tirón

Enseñan a pasar del berrinche al silencio. IMAGEN: J. Hernández, J. Noriega.
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Uno de los principales problemas para los padres de recién nacidos es que sus hijos no duerman bien. Su calidad del sueño repercute directamente en la de sus progenitores. Para evitar el calvario existen las llamadas asesoras del sueño, como María, de 'Siete y a Dormir'. Nos da varios consejos para pasar del llanto y el ruido a la paz y el silencio.

María Leyva entra en casa de Ana, que ha tenido mellizos hace dos meses. La madre le comenta que tal fue la noche: "Se ha tenido que separar uno en cada cuarto y se han despertado a comer cada tres horas y media". Ha entrado en este plan de sueño porque la experiencia con su primera hija fue un infierno. "Con Maya estuve muy influenciada. Lo pasamos muy mal durante los dos primeros años. Directamente yo creo que no dormimos ni dos días seguidos", rememora.

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"Son madres y padres que están agotados y desesperados"

Esta asesora del sueño se dedica a remediar esta situación familia por familia. "Son madres y padres que están agotados. Al final no dormir te pasa factura en todos los sentidos, entonces es gente que acude a mí muy desesperada", explica.

Madre y asesora viajan juntas por las habitaciones de los pequeños. "Si tú empiezas a notar que efectivamente uno despierta a otro o que se te descuadra un poquito los horarios, pues cada uno en su cuna y ya está", aconseja María. El problema de hoy en día, apunta, es que hay muchas tendencias y modas en la crianza y los padres se pierden entre tanta información. "Acuérdate que en la cuna nunca puede haber nada. Lo que es muy peligroso es el cojín", señala.

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Temperatura, luz, cunas... todo influye

La temperatura del cuarto les influye a ellos tanto como a nosotros. Ana y María trabajan en ese sentido. "Veo que la habitación está fresquita. Si fuera necesario, pondremos un ventilador, que nunca les dé directo. Tampoco aire acondicionado, si hace mucho calor refrescas antes la habitación poniéndolo a unos 22ºC y cuando ellos ya se vayan a dormir lo quitas", enseña la asesora.

"Cuanto antes saques a tu bebé de la habitación, mejor", reitera. "Yo soy más partidaria de hacerlo cuando ya no tengan que tomar por la noche. Cuatro, cinco o seis meses". Una pautas básicas y, sobre todo, mucho sentido común para que Pablo y Simón duerman a pierna suelta.