Salud

La alimentación de las niñas puede retrasar la menstruación, según un estudio

Una buena alimentación retrasa la menarquia. Freepik
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Un nuevo estudio publicado en la revista Human Reproduction ha encontrado que la calidad de la dieta durante la infancia puede tener una influencia muy significativa en la edad de la menarquia, es decir, la primera menstruación.

Los investigadores descubrieron que las niñas que tienen una alimentación saludable tienden a experimentar su primera menstruación más tarde que las que no la han tenido. Este hallazgo es muy relevante, ya que una menarquia temprana está asociada a un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas en la vida adulta como pueden ser diabetes tipo 2, obesidad, enfermedades cardiovasculares o cáncer de mama.

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Un estudio realizado de más de 7.500 niñas

El estudio se basó en datos del Growing Up Today Study (GUTS), una investigación longitudinal que ha seguido a más de 7.500 niñas estadounidenses desde finales de los años 90. En la investigación se evaluó los patrones dietéticos de las participantes utilizando dos índices: el Índice Alternativo de Alimentación Saludable (AHEI) y el Patrón Dietético Inflamatorio Empírico (EDIP).

Utilizando estos índices se concluyó que las niñas con puntuaciones más altas en el AHEI, indicando una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, tuvieron un 8% menos de probabilidades de comenzar la menstruación en el mes siguiente en comparación con aquellas con puntuaciones más bajas.

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Por otro lado, las niñas con puntuaciones más altas en el EDIP, reflejando una dieta rica en alimentos inflamatorios como carnes procesadas, cereales refinados y bebidas azucaradas, tuvieron un 15% más de posibilidades de iniciar su menstruación en el mes siguiente.

Estos resultados se mantuvieron incluso después de ajustar por factores como el índice de masa corporal (IMC) y la estatura, lo que sugiere que la calidad de la dieta tiene un impacto independiente de la edad de la menarquia.

No obstante, este estudio podría tener limitaciones, ya que la información relativa a la dieta, peso, estatura y edad de la menarquia se recopiló mediante cuestionarios y podría estar sujeta a errores. Además, las participantes eran predominantemente blancas, por lo que los investigadores no pudieron determinar si los resultados variaban según la raza.

Recomendaciones dietéticas para retrasar la primera menstruación

La evidencia científica actual respalda con firmeza la idea de que la alimentación durante la infancia y la preadolescencia no solo influye en el crecimiento físico, el desarrollo cognitivo y la prevención de enfermedades. También tiene mucho que ver en la regulación del inicio de la pubertad. Las recomendaciones dietéticas que se enfocan en retrasar la menarquia hasta la edad más adecuada de forma natural, se basan en promover un patrón alimentario que sea equilibrado, variado y adaptado a las necesidades reales de cada etapa del desarrollo de la niña.

Fomentar el consumo de frutas y verduras frescas

Las frutas y verduras son fundamentales en cualquier etapa de la vida, pero durante la infancia tienen un papel aún más importante. Aportan una gran cantidad de vitaminas (como la A, C, E y K), minerales (como el potasio, magnesio, calcio), antioxidantes y fibra dietética. Estos nutrientes son esenciales para el equilibrio hormonal, la salud digestiva y la regulación del metabolismo.

Una dieta rica en frutas y verduras se ha asociado con una menor incidencia de obesidad infantil, uno de sus principales factores que adelantan la aparición de la menstruación. Además, su densidad nutricional permite saciar el apetito sin que suponga un aporte excesivo de calorías. Esto es fundamental para poder mantener un peso saludable.

Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados

Los alimentos ultraprocesados como pueden ser la bollería industrial, los refrescos o los snacks salados contienen altos niveles de azúcares simples, grasas trans, harinas refinadas, aditivos y sal. Estos componentes generan un entorno metabólico desfavorable, ya que ayudan a la acumulación de grasa abdominal y aumentan los niveles de insulina y leptina, dos hormonas que están directamente implicadas en el inicio de la pubertad.

Además, estudios epidemiológicos han demostrado que las niñas con un consumo habitual de este tipo de alimentos tienden a desarrollar antes la menarquia. Por lo que, una de las recomendaciones más importantes es sustituir estos alimentos por alternativas naturales o mínimamente procesadas como son los frutos secos, pan integral, yogur natural o fruta fresca.

Controlar la ingesta de proteínas animales y priorizar las vegetales

Aunque las proteínas son esenciales para el crecimiento, un exceso de proteínas animales se ha relacionado con una primera menstruación más temprana. Esto se debe, en parte, a que algunas de estas fuentes de proteína contienen hormonas naturales o residuos hormonales derivados de la producción industrial.

Sin embargo, las proteínas vegetales que se encuentran en las legumbres, frutos secos, semillas, quinoa o tofu ofrecen beneficios similares sin que tengan esa carga hormonal añadida.

Fomentar el consumo de fibra

La fibra presente en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos, actúa como un regulador natural de los niveles de estrógenos en el organismo. Una mayor ingesta de fibra está relacionada con una reducción de la circulación de estrógenos activos, lo que podría retrasar la activación del eje hormonal que desencadena la pubertad.

Evitar el consumo excesivo de bebidas azucaradas

Las bebidas azucaradas tienen un alto índice glucémico el cual genera picos de insulina en sangre. Estos picos están asociados a una mayor estimulación del eje hipotalámico-hipofisario-gonadal, es decir, el sistema que regula la pubertad. Por lo que se aconseja que limite drásticamente el consumo de estas bebidas sustituyéndolas por agua, batidos naturales o infusiones suaves.

Promover la dieta mediterránea

La dieta mediterránea ha demostrado efectos positivos sobre el crecimiento saludable, el metabolismo y la prevención de la obesidad. De hecho, muchos estudios señalan que la adherencia a esta dieta puede contribuir a un inicio más tardío de la menstruación, dentro siempre de unos parámetros normales.

Evitar dietas restrictivas o desequilibradas

Aunque su objetivo sea retrasar la menstruación en casos de riesgo de pubertad precoz, no se deben aplicar dietas hipocalóricas, veganas estrictas sin supervisión o pautas alimentarias que sean muy limitantes para niñas. Un buen desarrollo infantil requiere de la energía suficiente para sostener su crecimiento físico, el desarrollo neurológico y el funcionamiento hormonal normal.