La DGT puede multarte si haces esto tras comprar en el supermercado
El artículo 12.2 y el 14 del Reglamento General de Circulación son la base para este tipo de multas
El motivo por el que la Guardia Civil vigila la tapa de la gasolina: pueden multarte con 200 euros
Salir del supermercado con las bolsas llenas y dejarlas un momento en el suelo mientras organizas el maletero del coche es una escena habitual. Sin embargo, lo que para muchos es un gesto rutinario, para la Dirección General de Tráfico (DGT) puede constituir una infracción sancionable con hasta 80 euros de multa. Y no es la única.
La forma en la que transportamos la compra también puede exponernos a sanciones de hasta 200 euros si no se respetan las condiciones de seguridad que establece el Reglamento General de Circulación. Repasamos las prácticas comunes después de hacer la compra pueden suponerte un disgusto inesperado con las autoridades de tráfico.
¿Por qué pueden multarte por dejar las bolsas en el suelo?
La base legal se encuentra en el artículo 12.2 del Reglamento General de Circulación, que prohíbe expresamente abandonar objetos en la vía pública cuando puedan entorpecer la circulación o generar riesgo para otros usuarios. Aunque no se trata de una infracción grave, la DGT puede sancionar con 80 euros a quienes depositen temporalmente bolsas o cajas en la calzada o en zonas de paso, como aceras o aparcamientos públicos. Esto incluye, por ejemplo, dejar las bolsas en la parte trasera del vehículo mientras se abre el maletero, si estas invaden mínimamente la calzada o zonas de circulación peatonal o rodada.
La normativa aplica incluso en recintos de aparcamiento vinculados a grandes superficies, ya que son espacios abiertos al tránsito público y se rigen por las mismas reglas de seguridad vial.
Multas por transportar mal la compra: más frecuentes de lo que crees
Una infracción más severa, a la ves que más común de lo que parece, es llevar las bolsas o paquetes sueltos dentro del vehículo, especialmente en los asientos traseros o en el suelo del habitáculo. En caso de que se produzca un frenazo inesperado u ocurra un accidente, estos objetos pueden convertirse en proyectiles con capacidad de causar lesiones graves. Por ello, el artículo 14 del Reglamento obliga a que la carga esté debidamente asegurada y no comprometa la visibilidad ni la estabilidad del vehículo.
Transportar la compra sin sujeción puede acarrear una sanción de hasta 200 euros. Y no importa si se trata de alimentos, botellas o detergentes: cualquier elemento que no esté correctamente asegurado puede constituir un riesgo.
Las recomendaciones de la DGT para evitar posibles sanciones
- Colocar las bolsas directamente en el maletero: evita dejar la compra en el suelo, aunque sea solo por unos segundos.
- Utilizar redes, ganchos o separadores: muchos vehículos disponen de sistemas específicos para asegurar la carga en el maletero.
- Evitar llenar en exceso el habitáculo: si la compra no cabe en el maletero, reevalúa el número de bultos que puedes transportar de forma segura.
- Revisar que la visibilidad no quede comprometida: los objetos no deben obstaculizar la visión por el retrovisor.
- Cerrar bien el maletero: circular con el portón abierto por exceso de carga no solo es peligroso, sino que puede derivar en sanciones adicionales.
¿Y si transporto la compra en el asiento del copiloto?
La DGT no lo prohíbe explícitamente, pero insiste en que ningún objeto debe estar suelto dentro del vehículo. Si usas el asiento delantero, lo recomendable es abrochar el cinturón de seguridad sobre el paquete o utilizar redes para fijarlo. Esta medida también se aplica al transporte de objetos voluminosos, como cajas o electrodomésticos, adquiridos en tiendas de gran formato
Comprar en el supermercado y cargar el coche forma parte de nuestra rutina semanal. Pero incluso estas acciones están sujetas a normativas pensadas para proteger la seguridad de todos los usuarios de la vía. La DGT no busca multar por multar, sino recordar que pequeños descuidos —como dejar una bolsa momentáneamente en el suelo o llevarla suelta en el asiento— pueden tener consecuencias si se traducen en riesgos reales. Atender a estos detalles no solo nos ahorra sanciones económicas, sino que también contribuye a una conducción más responsable y segura.
