Clara Garrido, la primera letrada ciega en las Cortes de España: "Me quitaron méritos por mi discapacidad"
Clara nació con una enfermedad progresiva incurable que le reducía casi en su totalidad el campo de visión
“Había pasado la vida diciendo que la vista está sobrevalorada", afirma la letrada
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Clara Garrido es la primera letrada ciega en las Cortes de España. Ella ha pasado por el Congreso de los Diputados y ahora está en el Senado. Ha tenido un camino más complicado que el resto, pero Garrido asegura que la ceguera le ha aportado cosas que jamás habría conocido, según informa Montse Ávila.
“Yo nazco con una enfermedad progresiva incurable, ya terminal, que hace que yo tenga muy poquito campo visual en un ojo y en el otro que no vea nada”, explica Garrido. “Veo a través de un pequeño túnel o cañón de escopeta que ya me dijeron de pequeña que se iría cerrando hasta llevarme a la ceguera total, que llegó a los 35 años”, añade.
"Me quitaron méritos por temas relacionados con mi discapacidad", reconoce la letrada
Clara es ciega, así lo define ella porque no cree en los eufemismos. Ella eligió ser abogada de las distintas cámaras del Estado. Fue letrada de la Asamblea de Madrid durante 10 años, después estuvo en el Congreso de los Diputados y ahora está en el Senado. “Llevo 20 años educando parlamentos”, dice con una sonrisa.
Pero no fue un camino fácil. “Salió un puesto a una jefatura de departamento, concursé y me quitaron méritos por temas relacionados con mi discapacidad y recurrí. No lo hice solo por mí o tanto por mí. Fue curioso porque las personas no lo entendían y me decían que esperase a la siguiente. Yo respondía que no era por mí, sino por todos los que venían detrás”, recuerda.
"Yo decía que el día que me quedase ciega, sería la misma pero sin ver", confiesa Garrido
Rechazó esa plaza, pero poco tiempo después se convirtió en la primera letrada ciega de las Cortes. “Había pasado la vida diciendo que la vista está sobrevalorada. Yo decía que el día que me quedase ciega, sería la misma pero sin ver. Conseguir hacer lo que no logré viendo y haciendo la carrera, me demostró que tenía razón”, sentencia.
“Somos seres de voluntad y no dependemos de nuestras circunstancias sino de lo que nosotros queramos hacer con ella y cómo lo gestionamos”, destaca. Una manera de celebrar la ceguera con la que ahora, años más tarde, hace balance. “Creo que hay discriminación en todas partes”, subraya Garrido. Y para explicar esto se basa en la ‘teoría de los Reyes Magos’: “Hay Melchores que dicen que 'ni de broma', Gaspares que sueltan ‘Uy qué lío’ y Baltasares que aseguran ‘Y por qué no vamos a dar esta oportunidad’”. Porque para Garrido, los límites son los que ella misma se puede marcar.
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