La empresa cántabra ‘Bound4blue’ ha instalado las cuatro velas de succión más grandes de la historia en un barco en Santander. Según informa Idoia Rivas, tiene una altura equivalente a la de un edificio de siete plantas. Estas velas succionan el aire a través de los orificios que hay en la estructura y provoca el ahorro de un 15% y 20% de combustible.

Estas novedosas velas de 26 metros de altura -instaladas en un buque fletado por Louis Dreyfus Company- reducen la emisión CO2 o gases invernadero en una cantidad similar a la del combustible.

Este tipo de velas -que se han instalado en un buque de 183 metros de eslora- funcionan como una vela normal, aunque son más eficientes. Así, aporta el empuje que necesita el barco para alcanzar velocidad, lo que evita que tenga que hacerlo el motor principal con la hélice.

"Este concepto de vela de succión o de aspiración, lo que hace al final es que jugamos con la aerodinámica de tal manera que, por metro cuadrado de vela, damos mucho más empuje", sostiene el CEO y uno de los tres fundadores de Boud4blue, José Miguel Bermúdez.

Bermúdez reconoce que el sector naviero "tiene mucha presión regulatoria y al final todo tipo de sistemas que reduzcan el consumo de combustible son de una gran ayuda". Estas velas provocan un ahorro del combustible en el transporte marítimo, que es “uno de los más eficientes por kilo de carga movida, representa entre el 3-4% de las emisiones de CO2”.

El barco en el que se han instalado las velas, especializado en el transporte de zumo de naranja, podrá cumplir con la normativa FuelEU Maritime y obtendrá ventajas adicionales en términos de regulación. La empresa ya ha instalado 14 velas de este tipo en seis barcos y tiene casi 40 en cartera de pedidos. Casi todos sus clientes son de fuera de España, en su inmensa mayoría de Europa y también de Asia.

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