¿Qué tipos de cristales para gafas existen?


Hay diferentes tipos de cristales para gafas dependiendo de las necesidades que tenga la persona en concreto
Algo para hacer que los cristales puedan tener una mayor durabilidad, proteger mejor el ojo y aportar más comodidad es aplicarles tratamientos específicos como el antirreflejante
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Escoger los cristales adecuados para unas gafas es una decisión importante para poder garantizar una visión excelente y cómoda. Se pueden encontrar distintos tipos de cristales y tratamientos que pueden influir, en mayor o menor medida, en la calidad de la visión, la durabilidad y la protección ocular.
Tipos de cristales para gafas
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Los cristales orgánicos son los que más se utilizan en la actividad por su ligereza y resistencia a los impactos. Están hechos de materiales plásticos como el policarbonato o resinas especiales. Son económicos y adecuados para el uso diario. Aunque hay que tener en cuenta que se pueden rayar con más facilidad si no llevan un tratamiento antirrayaduras.
Por otro lado, están los cristales minerales, estos son fabricados en vidrio, tienen una gran calidad óptica y son altamente resistentes a los arañazos. No obstante, son más frágiles y pesados, por lo que su uso ha disminuido considerablemente. Suelen ser más caros que los orgánicos y no están recomendados para niños o personas a las que se les suelan caer las gafas o que reciban algún tipo de golpe en ellas.
Los cristales de policarbonato son más resistentes a los golpes y más ligeros que los orgánicos, esto hace que sean ideales para niños o personas con estilos de vida activos. También ofrecen una protección UV natural, pero, en cambio, pueden rayarse con facilidad sin el tratamiento adecuado. Estos, también son un poco más caros que los cristales orgánicos convencionales, pero su resistencia hace que sean una inversión a largo plazo.
Por último, tenemos los cristales de alto índice, estos son diseñados para personas con graduaciones muy altas, son más delgados y ligeros que los convencionales, lo que mejora la estética y la comodidad de quien los lleva. El coste es más elevado debido a la tecnología que se utiliza en su fabricación, pero son la opción perfecta para aquellas personas que tienen una graduación alta y, no por ello quieran renunciar a la comodidad de unas gafas ligeras sin comprometer la calidad óptica.
¿Qué tipos de tratamiento para cristales de gafas hay?
Elegir los cristales adecuados es algo importante, pero también lo es escoger un tratamiento adecuado para ellos, porque esto va a hacer que tengan una durabilidad mayor y que llevar las gafas puestas sea más cómodo, ya que, pueden mejorar la calidad visual y proteger los ojos.
Uno de los más importantes es el tratamiento antirreflejante, éste lo que hace es reducir los reflejos de la luz, mejorando la nitidez de la visión y evitando, por tanto, el cansancio ocular. Es muy útil para conducir de noche o trabajar frente a pantallas. Este tratamiento es bastante asequible y muy recomendado para mejorar el confort visual, por lo que la mayoría de los cristales lo llevan.
Luego, otro bastante importante es el tratamiento antirrayaduras, éste agrega una capa de protección que evita que los cristales se rayen con facilidad. Esto hace que su vida útil se prolongue considerablemente y además, mantiene una visión clara. Su coste es bajo y se recomienda para cualquier tipo de lentes, sobre todo las orgánicas y de policarbonato.
Por otro lado, también se puede aplicar un tratamiento fotocromático, el cual permite que los cristales se oscurezcan con la luz solar y se aclaren en interiores. Este tratamiento es ideal para quienes no quieren cambiar constantemente entre gafas de sol y de visión normal. Este tratamiento tiene un precio más alto y es una opción recomendable para quienes buscan una protección extra, aunque, hay que tener en cuenta que el cristal va a tener un ahumado gradual dependiendo de la luz que haya.
El tratamiento polarizado reduce el deslumbramiento causado por la luz reflejada en superficies como el agua, la nieve o el asfalto, lo cual ofrece una mayor comodidad visual. Éste es un tratamiento más caro, pero fundamental para quienes pasan mucho tiempo en exteriores o conducen muy frecuentemente.
Otro tratamiento que se ha puesto muy de moda es el filtro de luz azul, éste está pensado para reducir la fatiga visual causada por las pantallas digitales. Protege los ojos de la luz emitida por dispositivos electrónicos, lo que reduce el cansancio en los ojos. Su precio es moderado y se suele recomendar para quienes trabajan mucho tiempo delante del ordenador. Este filtro últimamente ha sido sometido a diversos estudios, los cuales afirman que, los que se encuentran actualmente en el mercado, no reducen significativamente la fatiga visual que producen las pantallas, por lo que su eficacia está en entredicho.
El tratamiento hidrofóbico y oleofóbico facilita la limpieza de los cristales al repeler el agua y la grasa, esto hace que se evite la formación de manchas y huellas dactilares. Es un tratamiento opcional, pero puede ser bastante útil para aquellas personas que busquen un mantenimiento mínimo en sus gafas.
El último tratamiento que se puede hacer es el antiempañante, éste es muy útil para personas que utilizan mascarillas o practican deportes, haciendo que los cristales no se empañen. El precio de este tratamiento varía, pero es una gran opción para una comodidad mayor.