Terry, una de las supervivientes de la bomba atómica de Hiroshima: "Había muchos cuerpos flotando en el río"
Tenía seis años y ya había perdido a su padre en la guerra cuando se convirtió en refugiada
Casi 70 muertos y decenas de cuerpos sin identificar en un incendio dentro de un centro comercial en Irak
Los supervivientes de la bomba atómica de Hiroshima, que eran niños que tuvieron que emigrar después de la guerra 80 años después, siguen marcados por esta tragedia. Terry Teramoto no necesita hurgar en la memoria para encontrar sus recuerdos de Hiroshima. Describe cuán desagradable era el olor de las decenas de miles de cuerpos que aún ardían, según informa Gonzalo Aguirregomezcorta.
Tenía seis años y ya había perdido a su padre en la guerra cuando se convirtió en refugiada. Su ciudad Karatsu era un objetivo enemigo y el Gobierno les envió a Tokio en tren. Su primera parada era Hiroshima, pero las vías se habían derretido.
“Había muchos cuerpos flotando en el río”, según Terry
Terry es una de las supervivientes de la bomba atómica de Hiroshima. “Nadie sabía qué pasaba. Solo nos dijeron que habían lanzado una bomba impresionante”, señala Terry. Tanto ella como su madre y sus hermanos pequeños se salvaron por unas horas. Este es el panorama que se encontraron tras llegar a pie hasta Hiroshima sin agua ni comida.
“Había muchos cuerpos flotando en el río porque todo el mundo quería agua antes de morir”, destaca la mujer. Alrededor de 5.000 supervivientes de Hiroshima, los llamados 'Hibakusha', emigraron a otros países. Terry lo hizo a Australia y, como otros muchos, comenzó a sentir las secuelas de la radiación lejos de Japón.
Terry ha padecido cinco tipos de cáncer relacionados con la radiación
Desde que se mudó a Sídney en los años 80 ha padecido cinco tipos de cáncer distintos relacionados, según varios médicos, con la radiación. El último de garganta, en febrero de este año. Una tarjeta demuestra que Terry estuvo en Hiroshima el 7 y el 8 de agosto de 1945. Es decir, tanto ella como su familia estuvieron 48 horas expuestos a la radiación. Su hermana de un año y medio falleció pocos meses después del desastre.
Ella relata que hasta los 60 años de edad nunca habló con nadie sobre Hiroshima. Ahora, desea que su voz sirva para que esto no vuelva a pasar nunca más.