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Cómo afectará el Mecanismo de Equidad Intergeneracional en 2026 a mi nómina si gano 18.000 euros al año

El MEI fue instituido para distribuir el peso del gasto en pensiones entre generaciones. Pixabay
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Si este año tienes un salario bruto de 18.000 euros anuales, quizás te preguntes cuál será la diferencia que supondrá el nuevo aumento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). A partir del 1 de enero de 2026, el tipo total de cotización por este mecanismo subirá al 0,90 %, de los cuales corresponderá 0,15% al trabajador y 0,75% al empleador. Este incremento implica que una parte adicional de tu salario base cotizable se destinará a reforzar el sistema público de pensiones, aunque esa aportación no aumentará tu pensión futura individual. 

Dicho con números: si tu base cotizable corresponde aproximadamente a ese salario (y suponiendo que todo él es base convencional porque no hay tramos excluidos), esa tasa del 0,15% implica un descuento adicional de 27 euros anuales (18.000 × 0,0015 = 27). En la práctica, eso representa un coste mensual muy pequeño, de tan solo unos 2,25€ al mes, aunque se trate de una reducción neta que notarás, aunque sea de lo más leve. La empresa, por su parte, aportará 135 euros anuales, lo que supone 11,25€ al mes, que no deberían repercutir al empleado de ninguna manera.

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El importe que a ti te toca será añadido a las demás cotizaciones habituales (jubilación, contingencias comunes, desempleo, etc.) y afectará tu líquido final. No se trata de un nuevo impuesto sobre tu salario neto directamente, sino de una carga más dentro del capítulo de cotizaciones sociales.

Pero al tratarse de un porcentaje aplicado a la base de cotización, quienes tengan ingresos moderados experimentarán un ajuste muy suave. Aunque siempre es válido considerarlo al planificar tus finanzas para 2026, no será una reducción drástica.

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¿Por qué se aplica este recargo y qué propósito tiene?

El MEI fue instituido para distribuir el peso del gasto en pensiones entre generaciones de manera más equitativa, especialmente ante el inminente envejecimiento poblacional. La idea es que no recaiga con descompensación sobre los que hoy trabajan, sino que contribuyan también a sostener el sistema.

Este recargo no sustituye otras aportaciones, sino que se añade a la base de cotización por contingencias comunes, tal como quedó definido en la Orden PJC/178/2025 relacionada con el MEI. Aunque no genera un derecho adicional, sí se destina al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, reforzando la viabilidad del sistema a medio y largo plazo. 

El MEI sigue una senda incremental de 0,10 puntos porcentuales cada año hasta alcanzar un tope de 1,20% en 2029. En paralelo, la “cuota de solidaridad” también subirá para quienes superen la base máxima de cotización, aunque ese umbral no afecta a alguien con 18.000 €/año porque está lejos de esa base máxima.

Además, la base máxima de cotización se reajustará según la normativa vigente, lo que puede elevar los límites y modificar cómo se calculan los tramos para quienes perciben ingresos superiores. 

La lógica del MEI es redistributiva: busca que el sistema de pensiones sea más sostenible y que las generaciones futuras no soporten todo el peso. Pero es importante tener en cuenta que ese descuento no repercute directamente en tu futura pensión individual. Por eso, cuando planifiques tu nómina de 2026, conviene considerar ese pequeño ajuste extra y anticiparse: aunque modesto, será permanente mientras el mecanismo siga vigente.