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Cuándo caduca una transferencia bancaria y qué hacer si no llega a su destino

Si una transferencia no llega, se debe contactar con el banco. Freepik
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Las transferencias bancarias se han convertido en una herramienta habitual en las vidas de particulares y empresas. Acciones tan comunes como pagar el alquiler, abonar alguna factura, enviar dinero a un familiar o realizar alguna compra importante se realizan mediante este método. Se asume que son rápidas, seguras y fiables. Pero, no siempre funcionan como se espera.

En estos casos, ¿qué pasa cuando una transferencia no llega? ¿Puede caducar? ¿Existe algún plazo límite para reclamar si algo va mal? Estas preguntas se multiplican cuando el dinero enviado no aparece en la cuenta de destino, y la falta de información o una respuesta ambigua del banco pueden generar aún más incertidumbre.

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¿Cuándo caduca una transferencia bancaria?

En realidad, el término “caducidad” no se utiliza de forma técnica en el entorno bancario en relación a las transferencias, pero sí existen plazos establecidos para que se ejecuten correctamente y para que, si no lo hacen, se considere que ha habido un error o se pueda solicitar una devolución.

Transferencias SEPA (zona euro)

Las transferencias SEPA son las más comunes en España y en toda la Unión Europea. Están reguladas para que se ejecuten en un plazo máximo de un día hábil desde que se ordenan, y en cada vez más bancos, llegan incluso de forma inmediata.

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Si pasan más de 2 días hábiles y el dinero no ha llegado, es recomendable iniciar un proceso de reclamación, ya que se considera que algo ha ido mal.

Transferencias entre cuentas del mismo banco

Estas suelen ser inmediatas o se reflejan en el mismo día, salvo que haya alguna incidencia técnica. Si tarda más de 24 horas, conviene contactar con la entidad.

Transferencias internacionales fuera de SEPA

Estas pueden tardar entre 3 y 5 días hábiles, dependiendo de cual sea el país de destino, la divisa y la red de bancos intermediarios. No se consideran caducadas, pero sí que es obligatorio que se pueda seguir su trazabilidad.

¿Qué pasa si la transferencia no llega?

Si el receptor no ha recibido el dinero en el plazo previsto, conviene actuar con rapidez y seguir estos pasos:

  • Verificar los datos introducidos: se debe revisar el número de cuenta IBAN, el nombre del beneficiario, el importe y el concepto. Un error en el número de cuenta puede redirigir el dinero a un tercero. En ese caso, el banco debe iniciar una gestión para recuperarlo, aunque puede tardar días.
  • Consultar con el banco: éste está obligado a dar información sobre el estado de la transferencia. Pueden indicar si se ha enviado correctamente, si ha sido retenida por error, si está en revisión de cumplimiento normativo o si existe algún problema en el sistema que haya impedido que llegue.
  • Pedir un comprobante: siempre que se haya una transferencia se recomienda solicitar un comprobante de la misma. Este documento tiene un código identificador único, el cual puede ser usado por el banco receptor para localizar el dinero.
  • Contactar con el banco del destinatario: si el banco emisor asegura que el dinero fue enviado correctamente, lo siguiente es que el beneficiario contacte con su propia entidad para revisar si la transferencia está pendiente de contabilización o ha sido rechazada.
  • Reclamar si han pasado varios días: si pasados cinco días hábiles no hay respuesta clara ni resolución, se puede presentar una reclamación por escrito al Servicio de Atención al Cliente del banco. Si en dos meses no se recibe una respuesta satisfactoria, se puede acudir al Banco de España.

Existen múltiples factores que pueden hacer que una transferencia no se ejecute correctamente o no llegue al destinatario dentro del plazo: un error en el número de cuenta, falta de saldo suficiente en la cuenta emisora, datos incompletos del destinatario, límites diarios establecidos por el banco, revisión automática por parte del sistema antifraude o incidencias técnicas o caídas del sistema.

En cualquiera de estos casos, el banco está obligado a informar al ordenante del motivo del fallo o demora, y dar una solución, como la reversión del importe o el reenvío corregido de la transferencia.

¿Qué pasa con una transferencia que no llega y nadie reclama?

Aunque esto no es algo habitual, si una transferencia no se ejecuta de manera correcta y ni el ordenante ni el receptor presentan una reclamación, el dinero podría quedar retenido indefinidamente en un estado pendiente o “bloqueado” en el sistema. Por eso, es esencial que el usuario compruebe los movimientos y se asegure de que las operaciones llegan a buen término.

En caso de inactividad prolongada o si el importe queda en poder de la entidad durante un periodo largo de tiempo, se pueden aplicar las normativas sobre fondos abandonados, aunque esto solamente ocurre en situaciones muy excepcionales y tras varios años sin movimiento.