Svetlana es una joven de origen ruso con las ideas muy, muy claras. Sabe muy bien lo que busca en un hombre y ha sometido a una cita interrogatorio en la que ha descubierto hasta si su loro habla solo español o le había enseñado algún otro idioma.
Para Svetlana que su pareja hable idiomas y sea una persona culta es muy importante. Y aunque le ha sabido a poco que Pedro hablara tres idiomas sí le ha gustado que fuera médico. Eso sí, ha querido saberlo todo de él tan rápido que no ha parado de preguntarle una cosa tras otras.
Ha querido saber si tenía animales y cuando le ha dicho que tenía un loro yago, de los de la cola roja, un chiguagua y un periquito, se ha venido arriba. Ha querido saberlo todo sobre el loro y le ha preguntado qué cuántos idiomas podía hablar y que si en un momento de necesidad podría soltar un “policía, policía”.
A Svetlana le ha gustado mucho que Pedro tuviera animales y que los pajaritos se los hubieran encontrado porque a ella le encantan los animales, pero superado este asunto ha querido saber corriendo si tenían alguna película, serie, canción o lo que fuera favorito. Pedro no se ha aburrido en la cita, pero sí ha tenido la sensación de que no podían profundizar en ningún tema porque ella tenía preparada una nueva pregunta en todo momento.