Adrián y Rodrigo se han echado las manos a la cabeza cuando se han visto en el restaurante de ‘First Dates’ y han vuelto a hacer lo mismo cuando han roto la lámpara de la mesita de la efusividad con la que estaban hablando. Los jóvenes encendieron la mechita del amor durante un tonteo en redes durante el confinamiento y el destino ha querido que hoy culminaran su pasión.
Los dos son gallegos y aunque viven en ciudades diferentes, y pretenden dar una imagen de chulos que no se corresponde con la realidad, se han dado cuenta nada más verse que les molaba su rollo y que querían mucho más.
Rodrigo ha intentado hacerse el duro enfadándose con Adrián por ir al baño a cotillear sobre él con una amiga, pero como estaba convencido de que había sido algo bueno se le ha pasado muy rápido. Lo que sí les ha dejado planchados ha sido cuando se ha caído la lámpara de la mesa y ha estallado la bombilla. Matías ha venido a ver qué había sucedido y ha tenido claro por sus caras, que entre ellos existía una energía casi tan fuerte como la luz.