Visibilizar la sordoceguera como una discapacidad con identidad propia objetivo de su día internacional

En España se estima que existen más de doscientas mil personas con sordoceguera. Y decimos se estima porque no hay un censo real que permita dimensionar las necesidades provocadas por esta discapacidad. La sordoceguera está lejos de ser la suma de sordera y ceguera, más bien hay que entenderlo como un todo. Y no hacerlo así entraña que, este colectivo, se encuentre con enormes barreras. Sobre todo, para la comunicación. Porque tipos de sordoceguera hay tantos como sordociegos ya que es muy variable el grado de pérdida de cada uno de estos sentidos por parte de cada persona.

Por las calles les reconocerán por su característico bastón rojo y blanco aunque ya muchos utilizan perros guía. Pero a lo que se quieren sumar de verdad es al tren de la normalidad. Para lo que piden recursos, programas accesibles, sensibilidad para demostrar su valía. Como lo demuestran Virginia, Raquel y Sandra. Tres personas sordociegas, cada una con un problema más acuciante diferente a la de otra. Pero con algo en común, el tesón, el no rendirse. Así han llegado a ser casos de éxito, a terminar sus estudios, a trabajar. A demostrar que ser sordociego no te excluye de ser como los demás.