La sección novena del Tribunal de Milán, presidida por Mariolina Panasiti, ha condenado a Robinho a nueve años de cárcel por violencia sexual con una joven albanesa en una discoteca de Milán. El delantero habría asaltado a la joven de 22 años junto a otros cuatro hombres.
Según recoge la acusación, la joven había bebido alcohol y estaba en estado casi de inconsciencia, circunstancia que aprovecharon para llevarla al guardarropa en el Sio Café de Milán y abusar de ella.
Robinho podrá apelar del tribunal italiano antes de que se aplique la sentencia. Según el abogado Dorival Guimarães, en declaraciones a Globoesporte, “no existe ninguna posibilidad de prisión. Primero, porque no es una condena definitiva. La decisión puede ser modificada. Y segundo, porque esta condena no tiene valor en Brasil".
Italia puede pedir la extradición de Robinho para que cumpla sus años de prisión pero “aunque Brasil tengan un tratado de extradición y cooperación, la constitución la prohíbe al haber nacido en su territorio y es necesaria una petición o una orden de prisión emanada de un juez italiano que formalice un pedido de extradición, pero nunca a Brasil", puntualiza el abogado.
Robinho podría seguir jugando al fútbol en Brasil con total normalidad pese a la condena de cárcel. Incluso podría viajar fuera del país con su club. El abogado brasileño explica que “en caso de que llegue una orden de prisión del Ministerio Público Italiano, esta no tendrá validez en Brasil. Si Robinho juega un partido fuera, por ejemplo, Italia puede mandar la orden de arresto al otro país. Pero es un proceso que lleva su tiempo y el tiempo que Robinho estará en ese país por el partido es muy corto”.