Cuando Jesús Calleja ha entrado en la cocina de Santi Ríos no ha podido evitar bromear al ver que su tono de voz es un poco elevado para su gusto. A partir de este momento el sentido de humor invade los fogones y si Jesús pensaba que Santi no podía hablar más alto ojo, porque puede hacerlo. ¿Se arrepentirá Calleja de haber bromeado al respecto?