Jesús Calleja tiene que pedir en Sotoserrano que le fíen: "Es que he venido sin dinero"

Jesús Calleja llegaba a la plaza del pueblo de Sotoserrano, en Salamanca, dispuesto a conocer todos sus rincones y a sus vecinos. Su primera parada fue el bar de la plaza, donde encontró a varios hombres tomando el fresco y un local que le encantó. 

"¡Cómo me gustan estos bares!", exclamaba cuando veía que el bar tenía una ventana que daba directa a la plaza y por donde se podía pedir. "Jefe, esto es lo que más me gusta de un bar. Pides lo que sea y te quedas en la plaza. ¿Un cortado tiene?", no pudó en pedir el presentador. 

Con el café en la mano, uno de los vecinos se ofreció a amenizar el ratito a Jesús Calleja con un poema que sabía desde pequeño. Tras el recital, comentaba con los demás cómo se había quedado con el poema y preguntaba que dónde estaban las mujeres. 

Los vecinos le indicaban que solían estar en la iglesia, así que cuando Calleja se dispuso a ir a buscarlas se dio cuenta de dos cosas: que no había pagado el café y que encima no llevaba la cartera encima. Pidió primero a un vecino que se lo pagase, pero después optó por pedirle directamente a Sebastian, el del bar, que se lo fiase